Septiembre llego otra vez a muchos estados de la república mexicana sin avances para los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, tras un año de que la suprema corte declarara inconstitucional criminalizar el aborto, los congresos locales, han hecho oídos sordos y han dejado correr el año sin modificar los ordenamientos legales que estigmatizan y criminalizan la libertad de las mujeres, el día de hoy hablaremos en estos lentes violetas, más puestos que nunca, de uno de los temas que causa mayor incomodidad a la sociedad por los estigmas religiosos y morales en los que hemos crecido, la realidad es, que hoy, las mujeres mexicanas abortamos, y hablar del tema sin estigmas nos permitirá entender el porqué del aborto sí.
Para entender el aborto sin estigmas hay que tener claro que el aborto no es un concepto único y que las mujeres pasan por distintos procesos de aborto, muchas sin decidirlo y otro gran número con la decisión firme de no querer un embarazo en ese momento o a lo largo de su vida, también las condiciones sociales bajo las que se llega a quedar embarazada forman parte de las decisiones que las mujeres en el mundo y México toman para llegar a estos procesos.
Procesos solitarios, que en realidad necesitan mucho más que un acompañamiento médico, y que la hermandad feminista ha sido quien a formado las redes de acompañamiento para que ninguna mujer se sienta sola ante la ausencia de un estado ausente, marcado por el estigma religioso y moral.
Desde la legalización del aborto en la CDMX en abril del 2007, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y la decisión que tenemos sobre nuestros cuerpos no han avanzado de la mejor manera en las legislaciones locales de los demás estados, y es que hasta el día de hoy, solo 9 de los 32 han legislado para acercar este derecho a las mujeres en sus territorios, de forma segura y acompañada por atención médica.
Y es que al hablar de todos los estigmas que giran en torno nos permite tener un nuevo panorama de lo que pasan las mujeres, el proceso de aborto de muchas mujeres está acompañado también por clasismo, racismo y mucha violencia obstétrica por parte de médicos y médicas, por estas violencias permitir que el aborto sea un proceso legal cambiaría la realidad de muchas mujeres, que hoy en día pasan por el proceso con un estigma que las puede poner incluso tras las rejas.
Desde hoy empecemos a hablar del aborto desde la autonomía de las mujeres, desde nuestros derechos y desde saber y reconocer que el aborto es un hecho que sucede todos los días y que es parte del proceso reproductivo de las mujeres, por lo que necesita de políticas públicas de acompañamiento y atención que permitan a las mujeres tener procesos accesibles, seguros y sin miedos.
Para que la marea verde siga avanzando es necesario que las mujeres y muchos hombres se sumen a esta lucha y a estos espacios de defensa de derechos humanos, que invitemos a las nuevas generaciones a capacitarse y participar de este proceso y generar juntas, discursos que apoyen a las mujeres y dejen de estigmatizarlas, que neutralicen los discursos de odio y que creemos más redes de mujeres que permitan espacios seguros para que estos procesos dejen de ser solitarios y peligrosos y comiencen a ser procesos seguros y con el acompañamiento adecuado, el propósito de esta columna es simple, empecemos a ver con los lentes violetas todas las acciones que nos rodean, eso incluye, ver la libertad sexual de las mujeres desde otros puntos de vista, aceptarles y respetarles.
Ojalá que pronto la #MareaVerde alcance a todo el país y permita que más mujeres tengan acceso a la información correcta y adecuada para tomar sus decisiones y vivir sus procesos de aborto, nos leemos pronto y no olviden que el 28 y todos los días debemos ir juntas por un acceso al aborto legal, seguro, gratuito.