Según el escritor mexicano y sexólogo Javier Sarza y autor del libro: “El sexo está muerto” haciendo referencia a la práctica sexual cara a cara, piel con piel, a tener contacto directo, el sexo ya murió, pues argumenta que ahora la opción es a través de los medios de comunicación, por los celulares, la tecnología, donde los encuentros personalmente se han ido desplazando por las plataformas digitales.
Del cortejo de antaño, ni hablar, son escasas las personas que lo llevan a cabo, pues la tecnología sigue absorbiendo más y más papeles protagónicos en los roles de las personas, antes, señala Javier Sarza se tenía que tomar valor para llamar por teléfono a la casa de la chica con el temor que quien contestara fuera el suegro; sin embargo, ahora la única prueba son los filtros, y aprender a socializar, ya que muchos en persona difícilmente tienen una conversación, pues prefieren desenvolverse a través de un chat.
A través del velo de la pantalla electrónica, muchos son los mejores ligadores, muy explícitos sexualmente con el envío de imágenes sexuales, el llamado pack.
El sexo está muerto, reitera Javier Sarza porque antes los aditamentos que se tenían para la conquista era el cuerpo, las manos, las miradas y ahora en la búsqueda de amor y placer se busca tecnología y hasta juguetes.
“El umbral del placer se va anchado con el uso de estos juguetes y precisamente no alcanzamos a cubrirlos con la pareja, estos juguetes sexuales nos pueden ayudar, pero nos estamos alejando de lo que podríamos lograr con nuestros cuerpos, con el tacto, con el resto de los sentidos” destacó.
El sexo se está muriendo porque alguien más esta está gestionando nuestro placer como las agendas, medios de comunicación, gobiernos, programas y más que dictan como hacer, qué hacer qué seguir, elegir de las posibilidades que presentan.
“Por ejemplo; en Facebook te metes y te dan la opción de identidades, y tienes que elegir en una que encajes, no puedes ir más allá, sólo de las que te presentan” dijo.
El sexo ya está muerto, porque esta mediatizado, porque esta tecnologizado, por el sexting, por las aplicaciones, por el envío de fotos, simplemente por utilizar la tecnología para ayudarnos en el sexo.
El sexo a la antigüita es todo cara a cara. Rescatemos el sexo, economizando en las redes sociales, para vivir en vivo.
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