Acabaron las precampañas y cada uno de los aspirantes a la Presidencia de la República por las diferentes fuerzas políticas, aprovecharon esa etapa para exponer su visión de país, así como los retos y “propuestas” de solución a las condiciones que actualmente enfrentamos o sobrevivimos los mexicanos. Incluso hubo quienes presentaron hasta “equipos de trabajo”, si obtienen el triunfo el próximo primero de julio, pero también utilizaron las oportunidades para descalificar a sus rivales.
Se supone que luego de haberles escuchado, visto y leído, en este momento los mexicanos -en condiciones de votar- (aunque digan que esos mensajes eran solo para sus simpatizantes y militantes) tendríamos más elementos para perfilar nuestra decisión. Personalmente creo que no es así.
¿Si en este momento le preguntaran “cuál cree que es el sentimiento que más predomina entre la gente en estos días”, qué respondería?
En noviembre de 2016 las respuestas fueron: enojo, miedo, preocupación, tristeza, desilusión, desconfianza y odio, y apenas se refirieron la esperanza y confianza, como sentimientos positivos. La Tercera Encuesta Nacional de Cultura Constitucional, realizada por especialistas del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) arrojó resultados muy interesantes en distintos rubros.
¿Luego de haber “conocido” un poco más a quienes aspiran a la Presidencia de la República esos sentimientos serán diferentes? Francamente lo desconozco, pero seguramente los especialistas en opinión pública ya deben trabajar a marchas forzadas para indagarlo y –a partir de ello- cada equipo de los precandidatos, realizará los ajustes necesarios a su estrategia.
Sin embargo, el entorno no es el más favorable que digamos, porque si la tendencia se ha mantenido desde noviembre de 2016 a la fecha (cuando elaboraron la encuesta que refiero), entonces casi ocho de cada 10 personas seguirá pensando que la situación del país es peor o igual de mal que un año anterior.
En el año 2011, de los encuestados en la primera encuesta de la UNAM, 45.1% consideraba que la situación era peor que el año anterior, para 2016 ese porcentaje aumento a 57.3.
Pero también deberíamos reflexionar en torno a la ciudadanía que hacemos todos los mexicanos. Considero que el mantenernos ajenos a la política, lo único que permite es que unos cuantos elijan por todos y que quienes tienen la posibilidad de decidir e instrumentar programas gubernamentales, lo hagan sin ningún contrapeso y sin considerar la opinión de la gente.
El interés en los asuntos públicos también ha disminuido. Siguiendo resultados de la misma encuesta, en 2011 y 2016, se observa que quienes estaban “mucho” y “algo” interesados en la política hace casi siete años sumaban 50.6%, y en noviembre de 2016 esa proporción descendió a 34.5%, y quienes estaban “poco” y “nada” interesados en la política se incrementaron de 48.9% a 61.3% y, seguramente, esas respuestas están atadas a las condiciones que en su momento se han vivido.
Por ello quise llamar la atención en torno a estos datos que arrojó la Tercera Encuesta realizada por los especialistas de la UNAM, porque reflejan un perspectiva del ánimo social, ante un proceso electoral que ha sido calificado como el más importante de la época reciente en México.
¿Los partidos políticos y sus estructuras, los “candidatos independientes” y sus grupos de apoyo (incluidos militantes partidistas y empleados gubernamentales), serán capaces de modificar esa percepción? ¿Habrá alguien o algunos que tengan la capacidad para modificar esos sentimientos de enojo, miedo, preocupación, tristeza, desilusión, desconfianza y odio, que en algún momento expresamos los mexicanos? ¿Es una tarea que corresponde solamente a los partidos políticos y las autoridades electorales o es una tarea que deberíamos atender todos como sociedad, incluyendo a medios de comunicación, instituciones de educación superior e incluso familias?
PERCEPCIÓN
Las instituciones públicas de salud han hecho esfuerzos por cubrir la creciente demanda en el sector, pero tristemente las condiciones están muy alejadas de un trato humano y cálido, que es el que necesitan los pacientes y sus familiares, para devolverles un poco de paz y esperanza en situaciones dolorosas y preocupantes ante alguien enfermo.
VOTO 2018 PERCEPCIÓN
Será muy interesante ver el desempeño de los candidatos en los debates que programará la autoridad electoral. Podrían marcar diferencias en la percepción con respecto a sus ofertas y a ellas y ellos mismos.
Gracias por sus comentarios en Twitter @RJoyaC
