Dignificación de la vida pública, sorpresa, esperanza, identificación y sonrisas trajo consigo Xóchitl Gálvez, en la CdMX, a partir de su primera demanda y tocada de la puerta de Palacio Nacional para pedir pasar a “la mañanera” a ejercer su derecho de réplica sobre sus supuestas declaraciones en el Senado de quitarle los apoyos a los adultos mayores, lo que nunca expresó. Tocó la puerta y mostró un mensaje al presidente López Obrador con un letrerito que decía: “No le saque Presidente”.
En una segunda ocasión tampoco la recibieron. En los dos casos, en el sentido de darle espacio a su derecho, la instrucción provino de un juez. Sabíamos que así sería, sin embargo, la bomba mediática explotó y Xóchitl creció y creció hasta pasar de aspirante a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México a factible candidata a la Presidencia de México. Como por arte de magia, la ciudadanía detractora de AMLO entusiasmada ha hecho todo lo posible y más por apoyarla e impulsarla.
Ya en la vorágine de una inesperada candidata del “Frente Va por México” a la Presidencia de la República que le daría oxígeno al PAN y al PRI y contribuiría a mantener el registro del PRD, el Plan Maestro se ponía en marcha, lo mismo que la oportunidad de X. Gálvez en la ecuación presidencial de suma 0 para que ganara Morena la CdMX y corriera así, Claudia Sheinbaum sin competencia en la carrera presidencial.
Sin embargo, la ecuación presidencial no contemplaba a la ciudadanía emergente sin partido que abriga profundos resentimientos con el régimen, por hartazgo, inseguridad, ausencia de servicios de salud, la educación y otros como ánimos de revancha, que se reflejará en los votos.
La preocupación y estrategias emprendidas, sin duda, inteligentes, audaces y de soborno a los mas vulnerables que ha puesto en marcha AMLO, tienen un sentido clientelar, a no dudarlo: incremento al apoyo económico a los adultos mayores que ahora son más, así como los apoyos a los jóvenes que agradecen las mamás, las que más votan. Desconocemos además cómo se definirán los indecisos que suman los votos adicionales que aunados a los de la ciudadanía adversa definirán la elección. Consideremos, por último, un INE, Instituto Nacional Electoral a modo y una población enfrentada como en una guerra civil entre hermanos, y estaremos frente a un Plan Maestro de AMLO para ganar.
