En México, históricamente se han definido candidatos dentro de los tiempos oficiales, en la era PRI-gobierno desde antes de las precampañas y en los partidos democráticos tradicionalmente se definía en las precampañas.
En esta ocasión por primera vez sabemos con meses de anticipación a las precampañas quienes serán las próximas candidatas a la Presidencia de la República de las dos grandes fuerzas políticas que encabezan las preferencias ciudadanas, Claudia Sheinbaum Pardo por parte de Morena- PT-PVEM y Xóchitl Gálvez Ruíz por PRI-PAN-PRD.
Más allá de abordar el perfil de cada una de ellas, para lo cual habrá muchas oportunidades, platicaremos de la inigualable oportunidad de las mujeres de posicionar una agenda de libertades, del combate a las desigualdades, la violencia y al atropello a los derechos que las mujeres han vivido durante décadas en nuestro país.
Ambas aspirantes han declarado estar en favor de la agenda de las mujeres, de la protección a sus derechos, de su seguridad, entre muchos otros temas. Incluso, considero que por primera ocasión la agenda política de las principales fuerzas, al menos las de sus próximas candidatas, será liberal.
En México se tiene una oportunidad única para que cada quien desde su trinchera: posicione, concientice, luche, imponga y logre que la agenda por la igualdad se materialice, más allá de discursos, en una realidad política y social.
Ya veremos como termina la película del conflicto interno de Morena con Marcelo Ebrard, si se postula por Movimiento Ciudadano, se suma al Frente o se mantiene en Morena. Lo más destacable es que muy seguramente tendremos a una mujer como Presidenta de la República, la cual seguramente enfrentará importantes resistencias de una sociedad y grupos de poder patriarcales y androcentristas, que no serán fáciles de derrotar, pero con convicciones firmes y apoyo social se logrará.
En temas locales mexiquenses, la Sala Regional Toluca del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, revocó la sentencia del Tribunal Electoral del Estado de México y con ello, la determinación del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), de iniciar los actos tendentes a la desaparición del partido local Nueva Alianza. El origen del problema fue un acuerdo del Consejo General del IEEM que contradijo acuerdos que previamente el mismo órgano había emitido, que establecían que los resultados de la elección de gobernadora del Estado de México no eran vinculantes para la pérdida del registro.
En las discusiones dos consejeras, Sandra López Bringas y Laura Daniella Durán Ceja, fueron disidentes y advirtieron que no era legalmente factible que Nueva Alianza perdiera su registro. Como consecuencia, fueron atacadas en columnas de opinión, por personas del medio político-electoral y a la postre, tuvieron razón.
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