Recuerdo que en mi primaria, secundaria, prepa y licenciatura acudí trasladándome en el transporte público a la escuela pública; entonces, este medio fue pasando por varias etapas. Conocí desde los llamados "pericos" hasta la modernidad de los "dos de marzo" cuando cursaba mis estudios de Licenciatura en la periclita Facultad de Derecho. Los precios amedrentaban la insulsa economía personal que provenía de un presupuesto e ingresos de becas culturales y deportivas. En muchas ocasiones, tenía que decidir entre comer la famosa torta o utilizarlo para el pasaje. Así que yo tomaba solo tres camiones diarios, pero había compañeros que venían de poblaciones alejadas a Toluca o de otros municipios. Ellos tenían que destinar parte del ingreso familiar para pagar hasta 5 pasajes diarios, lo cual, multiplicado por 30 y por el número de integrantes de la familia, se convertía en un menoscabo para el hogar.
Desde esa época, el servicio estaba en mal estado, era caro y no había suficientes rutas que cubrieran las necesidades de la escasa población, hablo solo del sistema educativo al que pertenecía, la UAEMex.
En el inconsciente colectivo se me quedó tatuada esta carencia y preocupación. No existían las becas de transporte en la vieja casona del Instituto Literario. Los primeros esbozos fueron la ruta UseN-Cerrillo, que limitadamente y a bajo costo cubría a los alumnos y alumnas de los Campus del Cerrillo. Ese costo fue suprimido cuando era rector.
Fue en ese contexto que algún día imaginé que el transporte universitario fuera de forma gratuita y se transformara en un patrimonio de los auriverdes. Muchos me llamaron "loco" o fuera de lugar, sin embargo, convocando los esfuerzos del gobierno del Estado de México con Eruviel Ávila al frente, se logró crear, instituir, acrecentar, fundar y poner en marcha uno de los proyectos a corto, mediano y largo plazo que haya tenido la casa de Altamirano y Ramírez. Contar con un transporte concesionado y con rutas y derroteros propios que ayudaran a la juventud de abejas de lumbre a economizar el presupuesto de las familias.
En agosto de 2014, se inició la operación del Sistema de Transporte Escolar como una medida para favorecer la permanencia escolar de los alumnos. En su primera etapa, el Potrobús contó con 10 vehículos destinados a cubrir tres rutas en horario matutino, medio día y vespertino, para atender a alumnos universitarios que viven y estudian en la zona metropolitana del Valle de Toluca y el municipio de Chimalhuacán. Fue el 20 de agosto de 2015 el día de la expedición del Acuerdo por el que se establece el Sistema de Transporte Escolar Universitario "Potrobús" de la Universidad Autónoma del Estado de México, instrumento jurídico en el cual se concibe este mecanismo de movilidad como un apoyo para el ejercicio del derecho a la educación otorgado a los alumnos de la Institución. Se publicó en el órgano oficial "Gaceta Universitaria" Núm. 242 de agosto de 2015; con ello se inicia jurídicamente lo que sería la primera experiencia en México de un transporte concesionado por el Estado. Si bien existía el Puma Bus u otros de universidades análogas, este potro empezó a funcionar en agosto de 2014 con cerca de 8 rutas, no solo en Toluca, sino en todo el Estado de México.
Su nacimiento no estuvo exento de luchas y movimientos, pues el "pulpo camionero" interpuso 8 amparos en contra del dinámico y moderno equino que, gracias a la fortaleza de los universitarios y a la idea que siempre me movió, orgullosamente ganamos.
En 2015 también se lanzó el Potrobús Rosa con el objetivo de garantizar la seguridad de las estudiantes universitarias que se desplazan desde los municipios de Lerma y Toluca hacia los espacios auriverdes. Este tipo de transporte beneficia diariamente a más de 300 usuarias, y además de ser una opción de transporte limpio y seguro en medio de la pandemia, brinda un ambiente seguro especialmente diseñado para las mujeres universitarias.
El Potro Bus no es ni improvisación ni política momentánea. Fue un proyecto planeado y, por ello, se contó con la valiosa y única estructura académica cimentada por el equipo del Dr. Eusebio Cárdenas Gutiérrez, extraordinario universitario, quien armó y diseñó la ingeniería de este transporte con nuestra potente facultad.
Los proyectos como este son y deben ser imperecederos y deben prevalecer ante cualquier cambio de administración o vaivén politiquero de quienes no entiendan las necesidades sociales de la comunidad verde y oro. Por ello, en 2016 se "blindó" a este medio de transporte para evitar la ignorancia y la perturbación de aquellos que quisieran atentar contra este bien de los alumnos. El Consejo Universitario Acordó Avalar el Decreto de Agosto de 2015, como se puede observar en la "Gaceta Universitaria" Núm. 255 de septiembre de 2016.
Hubo un rectorado que quiso cobrar su uso, pero gracias al decreto y a la movilización universitaria, retrocedió al comprender que el Potro Bus es un patrimonio permanente de la comunidad universitaria. Por eso, también va mi reconocimiento al actual rector, quien no solamente continuó con este magnífico bien social, sino que lo acrecentó e innovó; esa es la potencia y el prestigio de la UAEMex de las que pocos o casi nadie habla, el asumir esta lucha e inyectar presupuesto y esfuerzos en beneficio de los herederos del pensamiento vanguardista y liberal del estado, debe estar por encima de todo.
¡Que viva el Potro Bus y tenga una vida eterna!