El 11 de septiembre por disposición presidencial, el aeropuerto de Toluca se convirtió en internacional y tendrá facultades para autoriza la salida y llegada de todo tipo de aeronaves, públicas y privadas, procedentes del interior o exterior del país.
Ante el incremento del sarampión, al finalizar el año (1985) se implementa una campaña contra este padecimiento, el total de las metas a nivel estatal es de 152 mil 544 dosis de esta vacuna. De ellas el IMSS aplicará 18 mil 044; el ISSSTE 5 mil 500; el DIF dos mil y el ISSEMyM mil quinientas y el resto 125 mil lo aplicará la Secretaria de Salud.
Antes que finalice 1985, se anuncian dos proyectos importantes para la capital mexiquense, la construcción en ocho etapas de la Puerta Tolotzin y la inversión de 500 millones para un nuevo Centro Hospitalario en Toluca, que dará servicio a 4 entidades vecinas: el Hospital General “Adolfo López Mateos”, que tendrá una capacidad de 100 camas, suficientes para atender las necesidades generadas por la destrucción de las instituciones del Sector Salud, afectadas por el terremoto en el Distrito Federal (CDMX).
1986, empero, comienzan a sentirse las consecuencias del temblor del 19 de septiembre de 1985. Es apenas enero y muchos capitalinos empiezan a encontrar en Toluca su opción para vivir y la gente lo percibe. Una nueva unidad habitacional surge con 500 viviendas más, para personas de ingresos mínimos; es otra Unidad del ISSEMyM, que tuvo una inversión de mil 500 millones y que se entregó el 16 de enero y que no será suficiente para atender el desafío de crecimiento poblacional que enfrentará Toluca.
No por ello, la modernización y el mejoramiento de las comunicaciones se dejó de lado. Teléfonos de México incremento su servicio para 1986 con la ampliación de redes; implemento 30 mil nuevas líneas telefónicas en territorio estatal, de las cuales 7 mil son para el Valle de Toluca, lo que significo uno de los índices más altos en toda la República, con la ampliación de redes en un 7%.
Como era una tradición, en Toluca “corazón político del Estado de México”, el 20 de enero el Gobernador Constitucional, Alfredo del Mazo González recibió la ovación de su pueblo por su IV Informe de Gobierno, con una multitud respaldándolo. Nadie se imaginaba que tan solo tres meses después, el 21 de abril, dejaría el cargo para convertirse en Secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal, por invitación del presidente Miguel de la Madrid Hurtado, con lo cual inauguro la “costumbre” de gobernadores que no terminaban su sexenio. Ese día Alfredo Baranda García, fue nombrado como Gobernador sustituto.
Pese a ello, la mejora de las comunicaciones continuó en Toluca, junto con el Sistema de Vialidades que se integró en torno a la capital mexiquense, como es el caso de la Calzada al Pacífico, obra que fue construida en tiempo récord, cuatro meses.
En este mismo mes, abril, se iniciaron obras por cuatro mil 149 millones de pesos, para los nuevos sistemas de agua potable y alcantarillado para Toluca, los cuales permitirían un incremento del 70 % en caudal disponible.
Las comunicaciones y servicios mejoraban en Toluca, para muestra la colonia Salvador Sánchez Colín, que el 26 de abril el alcalde Agustín Gasca Pliego la entrego electrificada.
Los inversionistas siguen creyendo en la capital mexiquense y seis nuevas empresas se instalaron en el Parque Industrial Toluca, las cifras oficiales indicaron que generaron 500 empleos directos y una inversión aproximada de dos mil millones de pesos.
En mayo, las autoridades municipales, estatales y el propio Instituto Nacional de Antropología e Historia, reconocen que Los Portales, es una de las pocas obras que queda del viejo centro histórico de Toluca, así que determinaron normas para preservarlos.
En tanto los 121 cronistas municipales se disponen a redactar la historia de cada demarcación de la entidad, las primeras que están listas son 18, entre las que se encuentran las de Toluca, San Felipe del Progreso, Atlacomulco y Tejupilco entre otras.
El primero de junio, se abre la monumental Puerta Tolotzin, que para el alcalde de Toluca, Agustín Gasca Pliego, representa un orgullo de los mexiquenses y solución al grave problema vial. En ese entonces, se promovió su construcción y se hizo en tiempo récord; a pesar de las lluvias torrenciales que ocasionaron inundaciones en los pasos.
La puerta Tolotzin, que represento un reloj solar, fue considerada la obra más importante del Plan Metropolitano de Vialidad y Transporte de este Ayuntamiento. Implico 26 mil 500 toneladas de acero y concreto en su construcción, el presupuesto inicial fue de 2 800 millones de pesos y su costo final fue de 2 500 millones, aunque no se quedó como un monumento permanente, ya que 22 años más tarde, como es sabido, se anunció su demolición para dar vida a lo que hoy son las emblemáticas Torres Bicentenario.
Esta obra, junto con los siete centros de educación preescolar, que entrego en esas fechas y que beneficiaron a más de 800 niños en distintos poblados de la ciudad de Toluca, el presidente municipal, Agustín Gasca, se acreditó ante la población, más aún, cuando entrego diversas acciones en las delegaciones, como las obras de infraestructura en San Mateo Oxtotitlán en beneficio de 10 mil habitantes, ya que inauguró la escuela secundaria, así como la pavimentación y alumbrado de la calle Benito Juárez, con una inversión de 40 millones de pesos.
Sin embargo, tan solo tres meses después, concretamente, el 10 de septiembre, se enfrentaría a su mayor problema como alcalde, ya que se hicieron públicos los hundimientos de la colonia Morelos por una falla geológica. La primera medida que adopta la autoridad es dotar de menos agua a la colonia para detener el hundimiento.
Continuará……
JOSÉ MARÍA VELASCO
Un estudio sobre su obra.
La historia de México durante el siglo XIX, es la historia de un pueblo que conquisto su definición como nación libre y soberana en medio de un crecido número de problemas, mismos que tuvo que resolver a fin de alcanzar su meta en el concierto de las naciones. Sesenta años de este siglo vivo José María Velasco (1849-1912) y doce del actual, un total de setenta y dos años fue su ciclo vital de existencia. Si se toma como fecha de su actuación dentro de la cultura el año de 1858 en el que ingreso a la Academia de Bellas Artes de San Carlos y de 1912, se tendrá como conclusión que le tocó vivir un largo periodo histórico lleno de hechos significativos en lo político, en lo económico-social y en la cultura.
Los primeros sucesos que debieron causarle un fuerte impacto desde una posición de espectador por su edad, fueron las cruentas luchas sostenidas entre liberales y conservadores, con el triunfo de los primeros hacia 1861, año en el que Benito Juárez asumió la responsabilidad del país. José María Velasco no fue un protagonista activo en la política de su tiempo, si bien es verdad que estuvo identificado con los principios sustentantes del Partido Conservador. Vivió en cierta paz los años difíciles de la Intervención Francesa y asimismo los del Imperio de Maximiliano. Hombre convencido del credo católico que profesaba abiertamente, con pesadumbre debió de ver la aplicación de las Leyes de Reforma, y su fuero interno debió condenar la destrucción de las obras de arte contenidas en iglesias y conventos.
No obstante, la caída del imperio, la inestabilidad política continúo. De los grandes caudillos el primero en desaparecer del escenario patrio, por muerte natural, fue Benito Juárez, al cual sucedió en el gobierno, Sebastián Lerdo de Tejada. Mas la lucha por el poder solo se contuvo con el ascenso de Porfirio Díaz a la presidencia de la República en 1877. Velasco, que para esta fecha ya era ya todo un maestro, junto con sus partidarios de ideas, debió advertir el cambio en los destinos de la nación, atrás quedaban los aciagos años de luchas políticas, en adelante había que construir.
La Trayectoria artística de José María Velasco marco, indudablemente, un cambio significativo en la estética mexicana del siglo XIX. En sus paisajes, más que un afán por interpretar la realidad, encontramos un incansable interés por registrarla con sobriedad y armonía, constituyendo un exquisito legado gráfico que genera gran aprecio por la belleza del horizonte de nuestro país.
Así, la pintura del artista mexiquense brota distinta de cómo era concebida en otras partes del mundo, en aquel tiempo, pues su estilo impecable, su elegancia, su sentido del color, así como su capacidad sorprendente para la composición, lo consagraron como embajador de la cultura mexicana y prototipo de un paisajismo autóctono de enorme influencia en sus discípulos de la Academia de San Carlos, así como en las sucesivas generaciones de pintores mexicanos.
A su eminente mérito artístico, el originario de Temascalcingo sumo el fervor por la observación de la naturaleza y el estudio de la ciencia, gracias a lo cual logro plasmar la vastedad y la riqueza de nuestro altiplano, reflejando con acuciosidad su luminosidad y transparencia, creación que quedo coronada por los augustos volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, como el lujoso y sublime joyero donde atesora su pasión por el Valle de México.
En los tiempos de Velasco, nuestro país vivió grandes tribulaciones para conservar su independencia y definir su camino como nación. Sin embargo, alejado de la agitación e inmerso en la espiritualidad de la contemplación y el estudio, el paisajista nos impele a advertir lo portentoso e inmutable del entorno. Su misión fue de captar la amplitud del espacio rural, con toda su fuerza y vitalidad, en el cual irrumpir símbolos de porvenir, como la máquina de vapor, imagen del progreso y la modernidad, ambientes que parecen lejanos debido a las transformaciones causadas por el paso del tiempo, pero que hoy se mantienen inalterables en cada una de las pinturas que los contienen.
