Algunas personas no saben o han olvidado el poder de estar PRESENTE con alguien, de sintonizarse unos con otros en una conversación. Y ser escuchados puede ayudarnos a comenzar a sanar heridas y traumas emocionales. La calidad de nuestra escucha puede fomentar la sanación.
Algunas personas tienen el privilegio de contar con buenos terapeutas, consejeros o algún tipo de “profesional de la salud mental” que las escuche. Algunas personas tienen un familiar, un amigo, un asesor espiritual, entrenador o mentor que los escucha y mantiene un espacio seguro. Pero algunas personas están/se sienten solas.
Algunas personas caminan con cautela con las personas en su vida, siempre editando lo que dicen o reprimiendo sus verdaderos sentimientos porque no se sienten seguros para compartir o expresar su verdadero yo. Esto nos mantiene en un estado de estrés crónico y desregulación del sistema nervioso...
Todos merecemos un espacio seguro donde podamos compartir auténticamente, ser exactamente quienes somos y experimentar los efectos de una empatía verdadera y capacitada. Un espacio donde alguien nos escucha para escucharnos y comprendernos no escuchar para responder, juzgar, resolver, interrumpir, estar de acuerdo o no.
La empatía experta requiere práctica. Es difícil. Vivimos en una sociedad que ha normalizado la empatía no calificada, la escucha no calificada, la empatía exagerada o lo contrario: una falta de voluntad para empatizar con personas con las que no estamos de acuerdo o no entendemos. La cuestión es que la empatía nos ayuda a comprender.
La empatía NO se trata de estar de acuerdo, perdonar, salvar, resolver, simpatizar o intervenir para actuar sobre los problemas de alguien. La escucha empática consiste en mantener el espacio, sintonizarse con la persona que habla para escucharla y esforzarse por comprenderla y lo que está compartiendo.
Cuando las personas realmente se sienten escuchadas, puede ayudarlas a frenar sus pensamientos acelerados, equilibrar su sistema nervioso, sentirse lo suficientemente seguras para ser ellas mismas, compartir auténticamente y generar ideas que les ayuden a resolver SUS PROPIOS problemas, encontrar su propio camino y sanar sus heridas emocionales.
Empatizar ayuda a las personas a recordar que no estamos solos. Que alguien se preocupa lo suficiente como para escuchar, comprender (o esforzarse por comprender). Que todos merecemos tener lugares en los que nos sintamos seguros. Que merecemos sanar nuestras heridas emocionales y sentirnos y vivir mejor. Que nuestra vida importa.
Que todos recordemos cómo se siente la verdadera conexión, presencia y seguridad emocional y lo practiquemos todos los días con nuestras personas más cercanas. Y si nuestras personas más cercanas no pueden practicar esto con nosotros, que atraigamos y encontremos a quienes sí puedan. Te mereces esto.
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Terapeuta Holística/Investigadora/Escritora/Psicología/Inteligencia Emocional/Neuroplasticidad/Terapia emocional y de pareja/Esencias florales de Bach, Elixires Chamánicos y otras/Tarot/Gemas y cristales
