La olvidada historia de la mujer en la Independencia de México

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La olvidada historia de la mujer en la Independencia de México

Viernes, 27 Septiembre 2024 12:04 Escrito por 
Juan Manuel Pedraza Velásquez Juan Manuel Pedraza Velásquez Ecos del pasado

A lo largo de toda nuestra historia política y social, las mujeres mexicanas han jugado un papel fundamental en la construcción y progreso histórico de nuestra nación. A pesar de enfrentar barreras y desafíos y ante una sociedad machista que les limitó sus oportunidades y posibilidades de progresar, ellas han demostrado una fuerza y resiliencia inquebrantables, dejando una huella imborrable en la historia nacional, sobre todo en las tres grandes revoluciones que ha tenido nuestro país: la Independencia de México, la Reforma y la Revolución Mexicana.

En nuestro calendario cívico, se considera al 16 de septiembre, aniversario del inicio del movimiento independentista, como una de las fechas y conmemoraciones más importantes a nivel nacional. Durante más de dos siglos han sido evocados los nombres de Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, José María Morelos y otros próceres que dieron su vida por la causa insurgente. Asimismo, con el pasar de los años, el papel de la mujer durante el proceso de Independencia, se redujo simplemente a la participación de dos líderes e ideólogas, Leona Vicario y Josefa Ortiz de Domínguez.

Sin embargo, si hacemos un trabajo exhaustivo y profundo, aunado a la consulta de todas las fuentes disponibles sobre el proceso independentista mexicano, notamos que la participación de la mujer mexicana fue más notoria y sobresaliente que la versión popularizada por los libros de texto. En primer lugar, es necesario señalar que, desde el momento en que Miguel Hidalgo dio inicio a la lucha armada por la independencia, los diversos contingentes que lo siguieron en su peregrinar iban acompañados de sus respectivas familias.

La mujer novohispana también se lanzó a la lucha acompañando a su marido, procurando a toda costa la manutención de la tropa, actuando como enfermeras improvisadas, apoyando en diversas labores, incluso muchas de ellas tuvieron que empuñar las armas en más de una ocasión. De la misma forma, muchas otras apoyaron con otros medios: recogiendo información, consiguiendo financiamiento, difundiendo ideas o incluso actuando como espías exponiendo su propia vida y la de su familia. Aunado a lo anterior a lo largo de toda la Nueva España hubo mujeres notables que fueron unas auténticas heroínas loicales, pero cuya historia no es digna de un libro de texto.

Ejemplo de lo anterior tenemos a María Tomasa Estévez y Salas, de la cual sabemos que era una mujer de estrato humilde y que se unió a los contingentes de Miguel Hidalgo, Esteves convenció a muchos realistas para que se pasaran al bando insurgente, ya sea con argumentos o por enamoramiento, por esta razón, bien merecido tiene título de "La Seductora de la Independencia". Manuela Medina, por otro lado, mujer oriunda de Taxco, formó una tropa y recorrió más de 200 kilómetros para conocer a José María Morelos, participó en la toma de Acapulco acaecida en 1813 y le dieron el grado de capitana, algo inconcebible para las mujeres de la época.

Asimismo, otro ejemplo notable lo tenemos en María Luisa Martínez de García Rojas, quien apoyó con la manutención del ejército, así como la difusión de ideales e incluso llegó a organizar las guerrillas en la zona de Michoacán. Al final fue ejecutada por órdenes del entonces militar realista Pedro Celestino Negrete. Antonina Guevara, esposa de Leonardo Bravo, fue también otro ejemplo notable de valor humorismo y sacrificio en favor de la independencia nacional. Doña Antonina llegó arriesgar su vida y patrimonio por la causa insurgente y en el camino ir soportando valerosamente las carencias de la guerra.

Para concluir este desfile de heroínas, tenemos a Mariana Rodríguez del Toro, esposa de un acaudalado comerciante, ella participó activamente en juntas donde se conspiraba para acabar con el gobierno virreinal y llegó a planear el secuestro del Virrey Francisco Javier Venegas y cambiarlo por presos insurgentes. No menos importante fue doña Altagracia Mercado, quien dirigió una tropa compuesta por mujeres y hombres, esto le valió ser sentenciada a cuatro años de trabajos forzados, de los cuales se libró en 1821.

Como podemos observar, los anteriores fueron sólo algunos ejemplos de la admirable participación de las mujeres durante la Independencia, pero al igual que ellas fueron miles de hijas, esposas, tías, parientes que dejaron la tranquilidad doméstica para convertirse de la noche a la mañana en combatientes, cuidadoras, enfermeras, en un verdadero apoyo de la tropa. Se sabe que al inicio y al final de cada batalla las mujeres tenían una participación activa muy notable. Por lo anterior expuesto no es exagerado decir que las mujeres hicieron posible la Independencia de México.

Por Juan Manuel Pedraza, historiador por la UNAM.

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