Hoy inician varias campañas electorales en distintas entidades del país y, desde luego, se da marcha a la contienda que lo eclipsará todo, la lucha por la silla presidencial. Tres candidatos tienen posibilidades reales. Margarita Zavala podría subir un pelín en intención de voto, pero quizá será por las moléculas ciudadanas que dejó en el limbo el exgobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón; el Bronco quedó fuera de la boleta electoral para la grande. Ahora, de regreso al rancho, digo a seguir gobernando su entrañable entidad norteña.
Desde luego que 29 gobernadores, más el gobierno de la Ciudad de México, estarán atentísimos a ver lo que sucede con los resultados que tendrán el próximo 1º de julio y, luego, en las cifras definitivas que se reportarán el 4 de julio. En algunos casos, será porque se disputará en su territorio la gubernatura, la cámara de diputados local, y/o presidencias municipales o, porque algunos de sus correligionarios estarán buscando un lugar en la Cámara de Diputados o en el Senado de la República.
¿Cómo quedará la cromática del país a partir de esa fecha? Será algo que requerirá de un nuevo paradigma “ideológico”, pues varias candidaturas, incluida la presidencial, van mediante partidos que otrora eran discordantes como en el caso de Ricardo Anaya, quien va por el PAN y el PRD, más el cándido acompañamiento de Movimiento Ciudadano. Lo que ahora vemos, se antoja de un pragmatismo tan desencarnado que hace parpadear al más flemático e impasible. Pero sin duda son los tiempos que soplan desde finales de los ochenta en materia ideológica y electoral en una parte del orbe.
A ver qué nos obsequian en ideas y propuestas cada uno de los candidatos y la candidata a la Presidencia de la República, durante prácticamente tres meses de lucha por el voto ciudadano indeciso o el de los primerizos. Algún impacto positivo o negativo dejarán, cual estela de luz, los tres debates programados por el Instituto Nacional Electoral (INE). El primero será el 22 de abril, en Palacio de Minería; el segundo el 20 de mayo, nada menos que en Tijuana (vuelve a dar escalofrío nada más de recordar el caso Luis Donaldo Colosio, aquel fatídico 23 de marzo de 1994) y, el tercero el 12 de junio, en Mérida, Yucatán ¿Acudirán todos y la candidata “independiente”? Ya veremos. A quien menos conviene el rosario de tres debates es a López Obrador, porque entre sus tres adversarios le lanzarán sus más poderosos misiles para ver si lo bajan del primer sitio que hasta ahora ocupa.
Otra batalla se librará en redes sociales, aunque para los entendidos se sabe que es una parte muy específica de la ciudadanía y que no necesariamente lo observado en ese mundo virtual se refleja mecánica o directamente en las urnas. En todo caso, juegan su propio papel y dan pretexto para las deliciosas especulaciones de entusiastas y apocalípticos.
Coordinador Red Internacional FAMECOM