La mañana del día en que escribí esta entrega, platicaba con una persona sobre lo que las reformas que se han vivido los últimos años han dejado de manifiesto. Aunque hablábamos en particular de la reforma laboral de 2019 y cómo nos ha permitido ver el nivel tan bajo de politización de los trabajadores y la idea tan herrada que tienen del concepto sindicalismo, creo que todas las reformas nos muestran más o menos lo mismo.
El asunto es que desde las reformas estructurales de Calderon y Peña Nieto, hasta las reformas donde “el pueblo ha ganado de todas todas”, como la judicial y su hermana advenediza denominada reforma para la supremacía Constitucional, ha quedado de manifiesto que la sociedad no está preparada para detener a las avasalladoras mayorías partidarias enquistadas en los poderes legislativos.
Reformas van y reformas vienen y los sectores a las que van dirigidas de forma directa, en un intento por detener la que les afecta de manera particular, lo único que hacen es manifestar un arranque de irá al inicio de su lucha opositora, pasando por una etapa de autoinmolación social, para rápidamente entrar en una etapa de agonía, donde día a día y de forma acelerada, la masa pasa a un estado de desánimo del que no hay regreso.
Como lo dice la frase que citamos, la que es de nuestra autoría, no hay voluntad que por sí misma o decisión, que sea suficiente para enfrentar una embestida del grupo en el poder, lo podemos ver en estos días primero con la reforma judicial, que nos llevó a la reforma por la Supremacía Constitucional, entrando casi de manera inmediata a la reforma con la que la Guardia Nacional pasó a la tutela de la SEDENA, llegando a un proceso donde se reeligió en el cargo a una presidenta de la CNDH que no solo fue gris, sino que incluso tiene antecedentes de corrupción y de violación a los derechos que debería defender, todo en unas cuantas semanas.
La reforma judicial también fue lamentable, el Estado dobló a más de uno, que seguramente entendió el significado de la frase que dice: “para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta”, algo así como lo que ocurrió con los Yunes Linares y Yunes Márquez, quienes además de que comprendieron el significado de esa frase, terminaron por hacerse los locos y no cuestionarse así mismos lo que es la integridad, esto como muchos miembros del poder judicial, que también se doblaron al momento de los trancazos.
Dentro de la nula capacidad de reacción de la sociedad, está la incapacidad técnica, moral y política de los jerarcas del Poder Judicial para defenderse de la reforma que les armó López Obrador de la mano de otro personaje con una moral cuestionable como Arturo Fernando Zaldívar Lelo de Larrea, a quien en su momento el hoy expresidente le intentó armar una reforma a modo, para dejarlo al frente de la Corte por un tiempo más allá del periodo Constitucional que le correspondió cuando fue nombrado ministro.
Esta lucha es del pueblo, sea como gobernados o como trabajadores del poder judicial, pero no de jerarcas, como ya lo dijimos, ellos sufren de una discapacidad moral y en todos los sentidos, que los hace doblarse a la primer amenaza del poder ejecutivo, aunque claro y como todo en la vida, con algunas excepciones que optarán por su integridad sin importar las consecuencias.
¿Cuál es la ruta?, creo que no es mediática como hace unos días aún intentaban sostenerla algunos trabajadores del poder judicial, esa etapa debió ser de menor tiempo, para rápidamente pasar a la jurídica, buscando entre las filas del propio personal judicial, a los mejores juristas para iniciar con la defensa en el plano internacional, apelando al sistema regional de Derechos Humanos o el Universal, y acorralando al Estado Mexicano y al sistema de justicia internacional, con las violaciones que encierran la reforma judicial y su hermana maldita, reforma por la Supremacía Constitucional.
En los próximos meses este asunto encontrará solución definitiva, aunque hay un elemento con el que nadie contábamos, que es el triunfo de Trump, quien en este momento trae 2 temas con México: su antimexicanidad, por un lado, y por el otro sus intereses económicos en torno al Tratado México, Estados Unidos y Canadá, los que no son nada compatibles con la idea de justicia a la morena y los jueces del bienestar.
ADDENDA
1. En ESFOPS estamos por presentar nuestro CUADERNO NÚMERO 2 de estudio y análisis. El documento es de la autoría del Doctor Adrián Guerrero y gira en torno al tema de la Planeación y la Estrategia Sindical, un tema tan necesario para salir precisamente de esa incapacidad que como sociedad tenemos para enfrentar los embates gubernamentales.
Estoy seguro de que la presentación será antes de que finalice la primera quincena de diciembre y, como lo hemos hecho en el pasado, el material estará a la mano de todos de forma gratuita.
2. Morena se ha convertido en la agencia de colocaciones de los hijos de sus longevos liderazgos; al inicio de este gobierno encontró cobijo la hija de Ricardo Monreal; al final del gobierno anterior, los Batres Guadarrama también gozaron del servicio de colocaciones y ahora toca el turno a los Alcaldes Lujan. Seguramente Bertha Alcalde, será la fiscal general en la Ciudad de México. La cosa es estar dentro del presupuesto.
3. Qué grande fue Rosario Ibarra de Piedra, una luchadora incansable quien no planeó su entrada en el activismo social, pero que, en función del dolor que vivió por la desaparición de su hijo, entendió la necesidad de luchar por su angustia y la de otros. Lástima que no haya la garantía de que los hijos sigamos el ejemplo de nuestros padres, lástima que a veces ni todos los descendientes, juntos de un hombre o una mujer, le lleguemos a los talones.
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Abogado Postulante y miembro de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.