El periodista entra a esa cafetería del centro histórico. Hace frío. Llega el invierno y las paredes y puertas del histórico lugar lucen adornadas de luces navideñas y frases icónicas de canciones tradicionales como: "Cada día es una fiesta cuando estoy cerca de ti" de Carpenters y su rola de Merry Christmas darling; o esa de "En un trineo abierto de un solo caballo, por los campos vamos riendo todo el camino, las campanas suenan alegrando los espíritus", sí, del Jingle bells, o esa frase inolvidable de Tolkien, del Hobbit: "Si más de nosotros valoráramos la comida, la alegría y la canción por encima del oro atesorado, sería un mundo feliz"… Y hoy debería serlo.
Estamos cerrando un año que quedará marcado en la historia, como ese 2018, cuando el país emocionado esperaba una nueva etapa en su vida al elegir al llamado ‘luchador social de Tabasco’. Al fin habría paz y bienestar en México. Los datos revelan lo contrario. Más bien podría decirse que fueron seis años de venganzas contra los gobiernos de derecha. Cerramos con 3 mil víctimas mujeres de desapariciones y feminicidios; con 199 mil 619 personas asesinadas durante el sexenio, un promedio de 94 por día, la cifra más alta en la historia reciente del país, pero no vamos a reincidir en las quejas. Él ya se fue…
Fue el más popular pero no cumplió. Y aun así, el eslogan es construir ahora el segundo piso de la transformación. Y ahí aparece la sucesora. La primera mujer en gobernar presidenciablemente a un país acusado de machista. Las expectativas a favor de la mujer son muchas, aunque de inicio ya esté peleando con el presidente de Estados Unidos. Pero igual que en 2018, ahora sí esperamos un cambio, pese a que la sucesora tiene el mismo tono y comportamientos que el anterior.
¿Le obsequio un ponche? –Me pregunta Brenda. Mi siempre educada y atenta mesera-. ¡Claro! Gracias –Le respondo-. Leo otra frase en la pared: "La Navidad no es solo un día. Es un estado de ánimo", de la película Milagro en la calle 34. De fondo se escucha, Noche de paz, noche de amor, todo duerme en derredor, entre los astros que esparcen su luz, brilla anunciando al niñito Jesús… Brilla la estrella de paz… ¿Saben? Este villancico es el segundo más antiguo de la historia del mundo. Su título original es “Stille nacht, heilige yach” y fue escrito, podría decirse “accidentalmente” por el sacerdote austriaco Joseph Mohr quien al ver que se había descompuesto el órgano de su parroquia, la capilla de San Nicolás, ubicada en la pequeña comunidad de Oberndorf, en Austria, decidió escribir un canto que pudiera interpretarse con guitarra en la misa de gallo. Fue así como la Navidad de 1818 se cantó por primera vez “Noche de Paz”.
Y ese himno es el que desea este escribano que quede en sus corazones. Sí, son años difíciles porque en los bolsillos no se ven esos anuncios despampanantes de aumento al salario y en las calles la violencia no se detiene, ni aunque se llenen de policías nuestras ciudades. Pero la fe con la que el mundo ora, tampoco debe detenerse, y debemos rezar con más fuerza.
Por eso doy gracias. Porque seguimos vivos y porque aún tenemos a nuestro lado el motivo para seguir luchando y viviendo. Gracias 2024. El amanuense se despide de Brenda, mientras se sigue escuchando noche de paz, noche de amor, Jesús nace en un portal, llene la tierra, la paz del señor… Felices fiestas. Mi X @raulmandujano