La soberanía del Estado mexicano

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Publicado en Opinión

La soberanía del Estado mexicano

Miércoles, 09 Abril 2025 00:05 Escrito por 
Alfredo Albíter González Alfredo Albíter González Lo bueno, lo malo y lo serio

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo convocó el domingo 9 de marzo a simpatizantes de su movimiento a celebrar en un mitin en el Zócalo de la Ciudad de México “algo” que había hecho para “detener” la amenaza arancelaria por parte del presidente estadounidense Donald Trump. ¡Ah! Y para defender la soberanía de la nación.

A dicho evento se presentaron, según las cuentas alegres de los morenistas, unas 350 mil personas (qué raro que las movilizaciones de sus opositores en el mismo espacio y con una cantidad similar se reporten en número ínfimo por parte de las autoridades de la capital del país) y “por voluntad propia”, para apoyar su fuerza y liderazgo, según lo presumieron.

Sin embargo, no queda claro cuál fue el motivo del festejo. Si fue para celebrar que en ese momento se había conseguido únicamente tiempo para que, al menos, pudiera respirar la economía mexicana ante esa amenaza un mes más, o porque no logró alguna otra cosa. Tal vez fue para defender la soberanía, y entonces habría que preguntar: ¿Estaba la soberanía en riesgo? Si fue así, ¿cómo la iban a defender los convocados a la plaza pública?

Lo cierto es que en esos eventos todo es circo; el gobierno anterior lo hizo para alimentar el ego del expresidente, ahora no parece que haya sido distinto; como tampoco, en su momento, lo hicieron otros gobernantes. Los políticos no se cansan, ni lo harán, de recibir vítores y vivas por su “desempeño” en el cargo.

El día 2 de abril, cumpliendo con su palabra y con el compromiso que hizo ante sus votantes, el político republicano anunció la forma en la que, en adelante, se llevarán a cabo las condiciones de comercio con EE. UU. Para muchos, de manera arbitraria, sin respetar los acuerdos comerciales que regulaban hasta antes de su nuevo mandato las relaciones con sus socios, pero parece que es una de las cosas que lo tienen sin cuidado. Con la idea fija en darle la grandeza que presume merece su nación, ha movido, de tajo, el orden económico mundial.

En un largo listado, Trump señaló los porcentajes que tendrán que aplicarse en los diferentes territorios. México y Canadá fueron envueltos en la dispensa, por una parte, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, a pesar de haber sido incluidos en los señalamientos por el déficit que, asegura Trump, resienten los estadounidenses. Esto nos “obsequió” un tiempo más de “gracia”.

No se puede dejar de señalar que, para México, no ha sido nada fácil darle gusto al mandatario-empresario. De entre los temas prioritarios encargados al gobierno azteca destacan la exigencia del control del tráfico de fentanilo para evitar que llegue a los consumidores del país del Tío Sam y la migración; no obstante que la administración de Claudia Sheinbaum, de la mano del supersecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, ha entregado buenas cuentas, parece no ser suficiente para llenarle el ojo al exigente gabacho.

Estamos muy lejos de quedar exentos de la guerra comercial desatada por Donald Trump. La visita que realizó a México la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristie Noem, no fue como para tomar el té; la importante funcionaria entregó por escrito a Sheinbaum una serie de peticiones que, según dijo, “harían muy feliz al presidente Trump”. ¿En dónde queda la soberanía que tanto dice defender la mandataria?

Independientemente de las condiciones que obligan al régimen de la 4T a hacer a un lado la política que emprendió el líder y dueño de la franquicia morenista respecto de los “abrazos y no balazos”, para poder llenarle el ojo al pelirrojo y, con ello, intentar salvar la economía mexicana; al final debería agradecerse, ya que se están haciendo cosas distintas en materia de seguridad. Pero, aunque parezca mucho, el daño está hecho, y sobre las ruinas habrá que trabajar.

Se tiene que señalar que en el combate al crimen se observan importantes avances, es innegable; no obstante, parece ponerse mayor atención por exigencias externas que por convicción propia. Sin embargo, se le ha dejado actuar a García Harfuch, y cualquier cosa que se aleje de la inacción del expresidente Andrés López Obrador debe aplaudirse. Aunque la información que se ofrece a los mexicanos es pésima y limitada por el control que ejerce el gobierno con los medios oficialistas, siempre existe la oportunidad de enterarse de lo que se dice del otro lado, a través de los medios de comunicación norteamericanos.

¿Qué contiene la lista de peticiones que le hizo llegar Donald Trump a la presidenta Sheinbaum que lo harían feliz? Ya se irá conociendo, aunque existen especulaciones en el sentido de que quiere echarles mano a políticos que han sido favorecidos por los intereses de la delincuencia organizada.

De ser así, y de cumplir el gobierno mexicano con tal requerimiento, no únicamente haría feliz la administración de Sheinbaum al presidente gringo, sino a millones de mexicanos que se han visto afectados por la escalada de violencia que se ha vivido en los últimos años, para poder constatar que se está haciendo justicia al llevar ante la ley a quienes se han beneficiado de ellos.

Aviones, barcos, trabajos de inteligencia, todo lo necesario para acechar a los grupos delincuenciales por parte de los estadounidenses, de lo que el gobierno mexicano dice estar en colaboración; lo que proyecta a la soberanía, la independencia y la democracia en una especie de juego de palabras. Todo es propicio para tergiversar las cosas y tratar de quedar bien con el gobierno de las barras y las estrellas y con los seguidores de la 4T.

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio