Cuando la sangre no llega
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Publicado en Opinión

Cuando la sangre no llega

Lunes, 03 Noviembre 2025 00:02 Escrito por 
Sin Riesgos Sin Riesgos Hugo Antonio Espinosa

¿Qué pasa cuando el flujo sanguíneo se detiene en una región del cuerpo? Principalmente impide que las células del tejido afectado reciban oxígeno y nutrientes, constituyentes de la generación de energía que viaja a través de la sangre para que los tejidos cumplan con su función. Así en toda la economía del cuerpo. Sin embargo, cuando esta insuficiencia del flujo sanguíneo se presenta en el cerebro, estamos ante una emergencia grave, conocida como Evento Vascular Cerebral (EVC).

También conocido como ICTUS, este padecimiento es una emergencia médica que afecta a un sector de la población cada vez más amplio y cada vez más diverso. De no atenderse oportunamente, puede causar un daño permanente en las funciones cerebrales que gobiernan los movimientos, las sensaciones y las facultades cognitivas, llevando a los pacientes a discapacidad e incluso la muerte, en cuestión de minutos.

Una de cada seis personas adultas –mayores de 55 años– puede padecer de un EVC en cualquier situación de esfuerzo, exaltación e incluso de alegría el día y momento menos esperado. Por eso, el pasado 29 de octubre se conmemoró el Día Mundial del ICTUS, lo cual nos convoca hoy a reflexionar y sensibilizarnos de sus efectos, de las formas de prevenirlo y de las estrategias que cualquier ciudadano debe conocer para brindar ayuda a quienes de manera súbita pueden ser atacados por un derrame cerebral, como también se le conoce.

Para tener una idea de la letalidad de este padecimiento, basta decir que cuando una arteria cerebral está ocluida, cada minuto que pasa sin oxígeno y nutrientes el cerebro pierde 1.9 millones de neuronas. Actuar rápido y objetivamente es fundamental. Cuando los familiares de un paciente no saben qué hacer, a dónde acudir, a qué tipo de hospital llevarlo, su vida se nos escapa entre las manos.

¿Cómo identificar un EVC en proceso? Si un paciente entre 55 y 70 años presenta la cara colgada, la mano pesada y la lengua trabada, son evidencias corporales definitivas para sospecharlo, más aún si el paciente tiene asociadas enfermedades tales como diabetes, hipertensión, obesidad y cardiopatías. Asimismo, prestar atención a las alteraciones físicas que se presentan de forma repentina en rostro y extremidades; observar debilidad o entumecimiento de la cara, del brazo o la pierna, especialmente cuando sucede de un sólo lado del cuerpo o tiene dificultad para hablar o entender el habla.

Para difundir entre la población los esfuerzos institucionales para una mejor atención de estos padecimientos, desde la Academia Mexicana de Cirugía, la Dra. Dulce María Bonifacio Delgadillo, neurointervencionista del ISSSTE, y muchos otros de sus colegas comprometidos con el impulso de una mejor forma de atender los ECV, se diseñó la “Estrategia Nacional para Maximizar la Cobertura, Reducir Mortalidad y Discapacidad de los Eventos Cerebro Vasculares”, involucrando una estrategia de adiestramiento a la sociedad en general que permita a los propios afectados o a sus familiares detectar a tiempo y acudir de inmediato a un hospital.

Las investigaciones de Bonifacio y otros especialistas, sumado a  la coordinación de de todas las instituciones de salud en México: IMSS, ISSSTE, IMSS-Bienestar, PEMEX y SEMAR, han contribuido a que cerca de un 85 por ciento de la población pueda llegar en menos de una hora a un hospital con los recursos indispensables para realizar la atención oportuna de estos padecimientos, ya que poco antes de la pandemia de COVID 19, en 2019, en México, sólo 7 de cada 100 pacientes con infarto cerebral recibieron tratamiento con fármacos para disolver los coágulos, acción inmediata con la que se debe abordar un paciente con estas características. Actualmente, teniendo como antecedente inmediato el Programa “ResISSSTE Cerebro”, se ha logrado elevar el porcentaje de tratamientos exitosos alcanzando a uno de cada tres pacientes.

Un hospital pionero en esta estrategia es el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, con el departamento de Neurología, Radiología y varios líderes de los Departamentos de Urgencias de Centros Esenciales, en el Hospital Dr. Darío Fernández, el Dr. Julio Cesar Olvera; en el Hospital Bicentenario de Tultitlán, la Dra. Jasso; en el Hospital Columba Rivera Osorio de Pachuca, el Dr. Pablo Córdoba; el Dr. Ángel Solís en el Hospital Elvia Carrillo Puerto de Mérida y muchos otros médicos de los servicios de urgencias e imagenología de los Hospitales Fernando Quiroz, General Tacuba y Centenario de la Revolución en Morelos. Esto es protección civil. ¡Gracias a todos ellos! ¡Que su semana sea de éxito!

 

Hugo Antonio Espinosa

Funcionario, Académico y Asesor en Gestión de Riesgos de Desastre

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