A pesar del control que ya existe del Covid-19 en el mundo, este virus nos sigue sorprendiendo con los efectos que ocasiona a largo plazo. Los más recientes, hombres que tras haberse contagiado con el virus, están presentando disfunción eréctil.
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Aunque hay otros factores que intervienen en este padecimiento, ya hay estudios trabajando en encontrar la relación que hay entre el coronavirus y la disfunción eréctil. Julián Alcalá Ramírez, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de México (UNAM), señala que han realizado estudios al respecto, a un grupo de pacientes no muy numeroso.
El académico comenta, que el virus tiene la capacidad de inflamar no sólo pulmones y vías respiratorias, sino cualquier parte del organismo, como complicación durante el padecimiento y aún como secuela, y lo que lo hace más difícil es que este ha seguido mutando, y cada mutación ataca de forma distinta, por ello se considera que está relacionado con el padecimiento en los varones.
Sabemos que para que exista una erección saludable, es necesario contar con un buen flujo sanguíneo, además del buen funcionamiento del sistema nervioso y los niveles hormonales ideales de testosterona. También sabemos que el Covid-19 afecta directamente el sistema cardiovascular, que es importante para lograr la erección.
El confinamiento también provocó en algunas personas, estados de depresión y crisis de ansiedad, el dejar de acudir a ciertos lugares, reuniones, trabajo, generó pérdida de deseo por la vida, y una parte de este deseo se encuentra en la vida sexual. Además hay un área, llamada “área gris”, que conecta a la mente con el organismo, y se puede estimular con placebos en lugar de medicamentos, en donde se prueba hasta dónde el problema es físico o psicológico.
El sedentarismo durante el confinamiento, también es un factor que afectó las relaciones sexuales, pues muchas personas ganaron o perdieron peso, y el deseo y atracción que te despierta la pareja también es físico.
Por lo tanto, las personas que quedaron con alguna lesión neurológica o secuela cardiovascular, tras haber padecido Covid-19, pueden estar siendo afectados en su desempeño sexual.
