El polvo es un enemigo cotidiano con el que tenemos que lidiar todos los días, pues se instala tanto en las superficies más visibles como en los lugares más escondidos de casa, lleno de una misteriosa gama de desechos. Inclusive pareciera que se reproduce, pues aparece tan rápido, como de la nada. Pero exactamente, ¿de qué se compone el polvo?
Desconecta estos aparatos y bájale al recibo de luz
En esencia, el polvo se compone de suciedad, pero de qué tipo de suciedad, aparte de tierra que está volando en el ambiente, está compuesto, en su mayoría, de piel muerta. La ciencia dice que un adulto de mediana medida llega a desechar alrededor de 500 millones de células al día, lo que equivale a entre 0.04 y 0.09 gramos por hora.
Es así como quizá ya no veamos de la misma manera al inofensivo polvo, pues es un cóctel de sorpresas, nada agradable. Según el Centro Canadiense de Arquitectura, el polvo contiene, aparte de escamas de piel, virus, polen, bacterias, fibras, moho, materiales de construcción, cabello, restos de insectos, hollín, cenizas, trozos de tierra, minerales, entre otros elementos.
En 2011, un grupo de investigadores canadienses realizó un estudio en donde reunieron muestras de polvo de mil 025 hogares, para saber cuánto plomo había en los hogares, y encontraron que la cantidad de elementos en el polvo varían de un hogar a otro.
Una casa situada en una calle muy transitada contiene niveles altos de contaminantes externos; en una casa recién construida, predomina el yeso, polvo de paneles; las casas antiguas contienen los niveles más altos de plomo porque fue hasta finales de la década de 1970 que sacaron del mercado las pinturas con plomo y la gasolina con plomo.
Otro estudio arrojó que los niveles más altos de escualeno (aceites que se encuentran en la piel muerta) y colesterol en el polvo son causa de niveles más bajos de ozono en los hogares, esto provoca irritación pulmonar.