Hemos escuchado mucho decir que hay que elegir bien a los amigos, pues ahora existe evidencia científica de que hacerlo de la manera correcta puede ayudar a la salud física de las personas. Veamos cómo afectan las relaciones buenas y malas, a la salud de una persona en su diario vivir.
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De acuerdo con un estudio psicológico que realizaron investigadores de la Universidad de Aukland, gozan de mejor salud física, aquellas personas que viven experiencias positivas en sus relaciones personales. Dicho estudio se derivó de estudios anteriores en donde se centraban en cómo la satisfacción y el conflicto, influyen en los niveles de estrés y tensión arterial.
En el nuevo estudio, los investigadores se centraron en el impacto que tiene cualquier tipo de relación, buena o mala, en la vida diaria de una persona, examinando las consecuencias de las experiencias positivas y negativas de las relaciones en el organismo, así como la manera en la que estas experiencias y la salud cambian de un día a otro.
Los resultados arrojaron que las personas con más experiencias positivas que negativas gozan de menos estrés, mayor capacidad de afrontamiento, una presión arterial estable y un mejor funcionamiento fisiológico en general. Por otro lado, la inestabilidad de las experiencias negativas en las relaciones, como la acumulación de problemas y conflictos, aportan a la salud de las personas estrés, afectando la capacidad de afrontamiento y la presión arterial sistólica.
Todas las experiencias, tanto positivas como negativas en nuestras relaciones, afectan a nuestro estrés, a nuestro desenvolvimiento social y a nuestra fisiología, y no sólo importa cómo nos relacionamos con la gente que nos rodea en general, los altibajos también son importantes.
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