Estado de México
Luis y César se conocieron hace 17 años, se describen como amantes de la vida, felices, una pareja sólida que, coinciden, han formado una familia de la que viven enamorados. Para su entorno son un ejemplo de entrega y ambos son gays.
#Edoméx, estado con más población #LGBTTTIQ+: INEGI
La pareja lleva 10 años de casados por el civil y seis de haberse convertido en papás de Mel, como llaman a su pequeñita, de quien -aseguran- ha transformado el significado del amor, pues decidieron ser padres y compartir o coparentar a su hija con una pareja de mujeres lesbianas, quienes tenían el anhelo de ser padres y madres.
Ellos formalizaron su unión en la Ciudad de México, pues aún no estaban legalizados los matrimonios de parejas homosexuales en la entidad mexiquense, donde viven actualmente.
Desde que se casaron hablaron de ser padres, César quería tener estabilidad para poder comenzar a criar un hijo o hija; sin embargo, Luis quería ser un padre joven, con toda la fuerza para ser un padre presente y participativo.
Luis explicó que vio un video en donde los papás compartían la paternidad, de ahí tomó la idea y platicó con sus amigas, de manera que realizaron una inseminación artificial casera, que resultó exitosa y comenzó la construcción de su familia.
El modelo de familia en el que la paternidad es compartida con sus mamás, implica que los cuatro participen en la crianza de la niña. En un inicio, Mel pasó unos días en el hospital y ambos padres pudieron destinar tiempo para su cuidado.
Contrario a lo que podría pensarse, a los dos les dieron permiso para poder atender la salud de su hija en el hospital, también lograron permisos de paternidad, aunque solo uno de los dos es el padre biológico y tras darla de alta, destinaban los fines de semana para irse a casa de las mamás y encargarse de su hija.
Atender a la bebé fue sencillo, pues comentaron que Mel siempre fue una niña tranquila, muy puntual, cada cuatro horas pedía alimento, despertaba, le daban la mamila, no lloraba, "no batallamos para nada. Fue algo sencillo”.
Esta pareja coincide en que han logrado colocar una nueva imagen sobre la familia diversa y lo exitosa que puede ser, aún con sus diferencias.
Los dos acompañan a su hija en todos los momentos de su vida, desde preparar su desayuno, llevarla a la escuela, encargarse del uniforme, la educación, tomar decisiones sobre su futuro, todo con el mismo amor que la preparan para el festival de la primavera, en el que este año fue reina.
Luis reconoció que gays o heterosexuales se rehúsan a tener hijos por el compromiso que implica, en su caso, comparten el sueño de ver a Mel florecer, crecer feliz, que conserve su dulzura, la firmeza y seguridad con que se ha desarrollado, la certeza de que sus padres siempre estarán para tomarla de la mano y convencida de que todas sus decisiones serán respaldadas.
Luis cambió de profesión, ahora es tatuador, antes era encargado de logística en una empresa de cine, mientras César se encuentra semi jubilado, luego de un accidente laboral en la empresa Mercado Libre, pues cayó de una escalera y quedó afectado de la columna; sin embargo, busca nuevas oportunidades laborales para seguir ingresando a casa recursos suficientes para el sostén de su hija, quien está habituada a clases de equitación, baile, natación y otras actividades.
Sin importar su orientación sexual, los dos consideran que su vida está llena de hermoso momentos, logros importantes, no han tenido que explicar nada sobre su vida y lograron conformar una familia plena, que en muchos momentos se ha convertido en ejemplo para el entorno de su hija y así es como celebran el Día del Orgullo LGBTTTIQ+.
