Estoy convencido que hay textos que te cambian la vida, no sólo por el contenido, sino por las reflexiones a las que te llevan. Desde joven escuchaba decir a mis amigos médicos que ellos estaban obligados a conducirse bajo los principios del “Juramento Hipocrático”, de ahí que, una vez que tuve la oportunidad de conocer este juramento, me convencí que todos en nuestro ámbito de acción estamos obligados a cumplir con preceptos éticos que guíen nuestro actuar.
Para los servidores públicos, esa guía la dicta el gobierno en el que participamos y la ética estará determinada por las personas que representan a la administración pública; para nosotros, en el Gobierno del Estado de México, existe un Código de Ética de los Servidores Públicos que se ha ido actualizando con la única finalidad de atender mejor las necesidades de la población. Como se señala en la propia Gaceta de Gobierno, se trata de “formar una ética e identidad profesional compartida y un sentido de orgullo de pertenencia al servicio público”.
En lo personal, como un asunto de convicción, seguro estoy que quienes nos dedicamos al servicio público estamos obligados a conducirnos bajo una ética que esté más allá del gobierno en el que participamos, y ésta, necesariamente debe coadyuvar para alcanzar un mayor desarrollo social.
Así, en cada uno de los cargos que he tenido la oportunidad de desempeñar, mi preocupación ha sido contribuir a ese fortalecimiento; hoy, desde la Subsecretaría de Desarrollo Político estamos orientando todo el trabajo, no sólo mío, sino de todos mis compañeros hacia un esquema que permita que el Desarrollo Político se convierta en un Factor Garante del Bienestar Social.
Quiero compartir con ustedes cuáles son algunas de las características que considero fundamentales en la ética del Servicio Público:
a) Validar en el quehacer público los intereses colectivos por encima de los particulares.
b) En la concepción política, los objetivos deben estar fundamentados en la justicia social y el respeto a nuestros semejantes.
c) El poder público es la expresión del pueblo y de los sectores más oprimidos y rezagados.
d) La política se orienta a la igualdad de derechos.
En conclusión, los códigos de ética deben ser una guía que vaya más allá del espacio laboral en el que nos desempeñamos, es tiempo de acentuar los fundamentos éticos en el cumplimiento de los objetivos de las instituciones gubernamentales, para recuperar la confianza de la sociedad, generar mayor sinergia y ahondar en el desarrollo de la gobernabilidad democrática.
