El gran legado de don Francisco Monroy Dávila

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El gran legado de don Francisco Monroy Dávila

Jueves, 29 Agosto 2019 00:10 Escrito por 

Historias de familia:

Quién no recuerda o quien no mandó enmarcar una pintura, una foto o una buena obra de arte; sacar un duplicado de alguna llave o que le abrieran la cerradura de su casa o auto; me refiero a los famosos negocios de don Francisco Monroy Dávila, dueño de los negocios de marcos y molduras, así como de llaves, que nacieron en el año de 1935.

“Marcos Monroy” es un negocio que se estableció en Toluca en 1935. Desde entonces, se ha mantenido ofreciendo calidad a la población en buen precio. A los toluqueños nos gusta lo bueno, bonito y barato ¿o no amigos? Don Francisco Monroy Dávila nació en Atlacomulco, llegando a la ciudad de Toluca en los años 30`s. De padre carpintero, aprendió ese oficio y se dedicó a hacer los marcos y molduras.

Por otro lado, a la par, también inicio aquí en Toluca el negocio de las llaves, pues en esta ciudad era un giro comercial que no existía. Estos dos negocios que en un principio estaban juntos, se establecieron en la Casa Gasca, que en la actualidad es donde se encuentra Woolworth, junto al Banco Nacional de México (BANAMEX), sobre la avenida Hidalgo. Ahí inició con el negocio y con la facilidad que le dio don Agustín Gasca Aguilar de instalarse en ese lugar.

Don Francisco se vino de Atlacomulco porque era un pueblo muy pequeño y Toluca empezaba a crecer. Lo habían aconsejado sus propios familiares, como fue el caso de quien fue obispo de la ciudad de Toluca, Arturo Vélez Martínez; los señores Martínez del Motel del Rey, y los Monroy de la harinera, quienes eran primos y se apoyaban.

Don Agustín Gasca, quien fuera papá de los ex rectores de la UAEMex (otrora UAEM), Agustín y Eduardo Gasca Pliego, le apoyó tanto moral como económicamente a que se estableciera, ya que trabajaba para él y eso le ayudó a don Francisco para que pudiera salir adelante.

En ese tiempo no había ningún establecimiento con ese giro, los que existían ofertaban marcos tipo rústicos, elaborados por carpinteros. En el negocio de don Francisco se le dio prioridad a la elaboración de marcos especiales para fotografías, diplomas, títulos, en otro tipo de de material, en lugar de carpintería, y fue un negocio de molduras y marcos como tal, que le agradó a la gente porque el estilo fue más moderno, porque traía las novedades de la Ciudad de México. Le invirtió en maquinaría y en materiales de alta calidad.

En tanto, en el establecimiento del negocio de las llaves, se le llamó “Llaves y candados Monroy”. También fue el primer establecimiento que le presentó a Toluca otra forma de abrir sus puertas, ya que estaban acostumbrados a las llaves grandotas y comenzaron a ofrecerse artículos más pequeños. Por la maquinaría que compró don Francisco, se empezaron a meter otro tipo de chapas más atractivas, de acuerdo a la época, y fue muy favorable el cambio. Este negocio lo puso como apoyo a su hermano que era más chico que él, de nombre Mariano, también nacido en Atlacomulco.

Esto motivó a iniciar estos negocios a don Francisco y los deseos de salir adelante, de progresar, de tener un establecimiento propio trabajándolo como él quiso.

Su hijo, de nombre José, tiene el legado de salir adelante con la elaboración de los ya famosos marcos. El establecimiento de las llaves se separó y su hermano Mariano se lo quedó, y sus hijos siguen al frente del negocio .

Al principio, 100% de las molduras que se vendían se fabricaban en marcos Monroy; en la actualidad, es 80%, ya que 20% se trae de importación, pero cuenta con un catálogo de 500 estilos diferentes de madera, así como otras más de poliuretano, que ahora la gente prefiere por ser más económicos pero, al final, sólo son de plástico, y lo más elegante siempre es la madera.

También cuenta con los tradicionales marcos recubiertos con imitación hoja de oro, ya que la hoja de 14 o 18 quilates sólo la utilizan en las iglesias para enmarcar obras sacras o para adornar el propio templo que cuenta con un estilo barroco.

Las ubicaciones donde han estado establecidos los negocios fueron, primero, en la Casa Gasca, ubicada donde hoy es la tienda Woolworth, sobre avenida Hidalgo frente a Los Portales. Después se instaló en Matamoros número 2, ya que ahí dentro había locales; posteriormente se cambió a la calle de Belisario Domínguez (lo que ahora es la Concha Acústica) y ahí estuvo por muchos años y, tiempo después, se ubicó en la calle de Hidalgo con número 26-C. Ese negocio sigue, se lo quedó uno de sus hijos de nombre Salvador. Llegó finalmente a la calle de Aldama norte número 112, entre Hidalgo e Independencia, que es donde se encuentra en la actualidad.

Respecto a Toluca, pues la ciudad ha cambiado mucho en lo económico, muchas fábricas se instalaron, don Francisco en los años 60`s, como era el único que tenía ese tipo de negocio, realizaba a casi todas las empresas sus enmarcados, sus diplomas de cursos que hacían o los títulos que se daban en las escuelas. Ahora hay muchos negocios del giro y el cambio ha sido drástico.

Entre los clientes más famosos que se han atendido está el profesor Carlos Hank González, a quien don Francisco visitó a su oficina cuando era gobernador. Hank le pidió la elaboración de unos marcos para su despacho y le hizo, entre algunos, uno de 2.10 por 1.80 metros. Don francisco recuerda que era para una imagen de don Benito Juárez.

De pintores famosos, se le enmarcaron algunas obras al señor Edmundo Calderón, quien fue un pintor conocido de Toluca, pero para quien más se trabajó fue para el maestro Leopoldo Flores, a quien se le enmarcaron muchas de sus pinturas, e inclusive dibujos.

Una anécdota importante que recuerda, es que en al año de 1952 se llevó a cabo la Feria del Comercio en Los Portales de Toluca. En aquella ocasión se contó con la presencia del presidente de la República don Miguel Alemán Valdez, quien junto con el gobernador, don Salvador Sánchez Colín, y el secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos, don Alfredo del Mazo Vélez, le entregaron a don Francisco Monroy Dávila un reconocimiento por la calidad y eficiencia demostrada en su establecimiento comercial, ya que ganó el premio de calidad en el cual participaron muchos de los negocios de la época.

Para la familia fue muy importante este acontecimiento, ya que el premio lo entregó el propio presidente de la República.

Han recibido otros reconocimientos, como el que se da a la calidad y la excelencia, que cada año se entrega en la ciudad de Guadalajara al mejor negocio de cada ramo y, en este caso, “Marcos y Molduras Monroy” lo obtuvo en los años 2007 y 2008, representando un orgullo que los motiva a seguir con el gran legado de don Francisco Monroy Dávila.

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Gerardo R. Ozuna

Toluca: Rescatando identidad