El lunes 22 de febrero del 2021, la justicia norteamericana demostró nuevamente que en el vecino país del norte la ley se aplica caiga quien caiga.
Sí, esa trillada frase que en nuestro país se utiliza como un spot publicitario, sobre todo, en campañas políticas, en los Estados Unidos de Norteamérica se hace realidad.
Y aunque en las dos naciones el principio de inocencia constituye el derecho básico de las personas, hay situaciones en las que los hechos son claros y no se puede tapar el sol con un dedo, como se dice coloquialmente.
En esta columna, estimados lectores, ya me había referido a la ceguera institucional con la que se escudaban para observar claramente la conducta y la vida que tenía Ema Coronel, esposa de Joaquín Guzmán Loera, alias el chapo.
Una vida llena de lujos, a nivel de artista internacional, gastos extravagantes y viajes constantes para visitar a su cónyuge en la lejanía, pero mostrar, siempre, su apoyo. Una vida que solo se podía pagar con dinero del narcotráfico.
Este lunes 22, con la detención de Ema Coronel la justicia norteamericana continúa con el desmantelamiento de un Cártel que ha sido de los más lacerantes para México y Estados Unidos en el tema del narcotráfico.
Y aunque todavía faltan varios miembros de este grupo delictivo y de la familia, esta acción ya marca una pauta en el combate contra este delito.
Siempre nos preguntamos por qué si la unidad de inteligencia financiera de la Secretaría de Hacienda Federal ha sido implacable con quienes considera enemigos del Estado, nunca lo fue con la familia de Joaquín Guzmán Loera y sus secuaces.
En otro tema, en los últimos días han disminuido los contagios, la ocupación hospitalaria y el número de internados en terapia intensiva, pero no así los fallecimientos, el peligro sigue latente y aunque el repunte, fue claro, por las festividades decembrinas, la pandemia continúa, el virus sigue presente y los contagios no ceden por lo que tenemos que ser muy prudentes y seguir cuidándonos.
Es cierto también que la economía debe reactivarse poco a poco pero no debemos tomar el semáforo naranja como apertura para realizar las actividades diarias como si nada pasara.
Por cierto: tres funcionarios del Ayuntamiento de Toluca, se saltaron la fila para vacunarse contra el COVID, y hasta el momento no han acreditado que, aun teniendo un perfil administrativo, realizaban actividades operativas, dicen quienes trabajan con ellos que no salían de sus oficinas, por lo menos los dos que laboraban en la Coordinación de Protección Civil y Bomberos. ¿Cuál será la reacción del Presidente Municipal de Toluca?, esperemos.
