Hoy hablaremos de un gran personaje de Toluca egresado de la escuela de la vida, con maestría en la experiencia y doctorado en la posibilidad de amarla y verla todos los días; me refiero al buen don Amador López Osorio “el cura hidalgo”; así como también de una pequeña reseña del año 2002.
Año 2002:
Este año se caracterizó por grandes cambios, principalmente en el ámbito cultural en lo que se vieron involucrados grandes artistas de gran peso.
En cuestiones educativas la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), registró grandes avances en la implementación de proyectos para bien de la sociedad, creó un centro de investigación en justicia penal y seguridad pública para mejorar la legislación penal y la seguridad no solo en la entidad sino en todo el país.
La salud sufrió descalabros y debido a la escasez de medicamentos, los doctores particulares monopolizaron la comercialización principalmente de las vacuna por sus elevados costos, donde los laboratorios se prestaron para esto; y con la llegada de tan mencionado programa “Seguro Popular” donde por cierto hasta hace unos meses llevado viento en popa por mi buen amigo doctor Gabriel O'Shea hoy flamante Secretario de Salud del nuestro Estado; la sociedad más vulnerable incrementaron su esperanza de recibir atención médica, pues se beneficiaba alrededor de 20 mil familias que no estaban inscritas en ningún sistema de seguridad social.
El ámbito político daba un giro de 360 grados pues a un año de las próximas elecciones para elegir al nuevo presidente municipal de Toluca, el estimado Ernesto Monroy Yurrieta (el estimado güero), renunciaba a su cargo como subsecretario estatal para postularse como aspirante a la candidatura del PRI; aunado a este cambio, se registraron más movimientos dentro de la administración estatal; Alberto Curi Naime nuevo Secretario de Educación (actualmente acaba de tomar posesión como Secretario de Desarrollo Económico), Eduardo Segovia Abascal, Coordinador General de Enlace Institucional, Araceli Martínez García en Procuraduría Estatal de Medio Ambiente y Román Soto Alvarado, Secretario de Desarrollo Agropecuario.
En este periodo el licenciado Enrique Peña Nieto se desempeñaba como secretario de Administración teniendo como secretario particular a mi estimado sobrino Enrique González Hernández que tiempo después lo sustituye la buena amiga María Elena Barrera Tapia. El Instituto Electoral del Estado de México fue testigo de la reelección de Jaime Villar Mirón como nuevo consejero y Saúl Mandujano como Magistrado del Tribunal Electoral.
También se aprobó la nueva ley orgánica de la Procuraduría General de Justicia para que la dependencia pudiera realizar intervenciones telefónicas, así como para brindar seguridad personal a exfuncionarios y testigos protegidos.
Para el mes de noviembre, el Gobernador licenciado Arturo Montiel Rojas, nuevamente hace ajustes a su gabinete en su cuadro de colaboradores, la licenciada Ana Lilia Herrera Anzaldo sustituirá a Enrique Jacob Rocha en la Secretaría de Desarrollo Social y el licenciado Enrique Mendoza Velásquez presidente del IAPEM ocuparía la subsecretaria General de Gobierno, cargo que estaba bajo el mando del buen güero Ernesto Nemer Álvarez.
Se lamentaron decesos de personalidades políticas como la del exgobernador Salvador Sánchez Colín (1951-1957), quien a la edad de 90 años fallece de una insuficiencia respiratoria; sus restos fueron velados en la ciudad de México y sus cenizas yacen en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Municipal de Toluca.
Fallece también el Ingeniero Eduardo Azuara Salas (padre de Carmelita esposa de mi buen amigo Beto Curi Naime) a la edad de 70 años, quien fue Delegado de la Comisión Nacional del Agua del Estado de México, además de su colaboración en los gobiernos del General Lázaro Cárdenas, Gustavo Baz Prada, Adolfo López Mateos y Alfredo del Mazo entre otros.
Hoy hablaremos de un gran personaje de Toluca egresado de la escuela de la vida, con maestría en la experiencia y doctorado en la posibilidad de amarla y verla todos los días; me refiero al buen don Amador López Osorio “el cura hidalgo”;
Don Amador era un experto en la ciudad de Toluca, era de esos egresados de la vida; lo mismo se sabía de memoria los puentes que cruzaban el río Verdiguel que donde se ubicaban las dulcerías famosas de la época como Doña Clarita, Santa Julia que se encontraba junto a la nevería El Zeppelin.
Referente al río Verdiguel, comentaba que este acarreaba desperdicios de las curtidurías de Lerdo e Hidalgo en la parte poniente de la ciudad. El primer puente, en San Bernardino, luego el del Molino, en la esquina de Quintana Roo y Lerdo, donde hoy se edifica un gran consorcio inmobiliario denominado El Molino.
Seguía el de San Fernando, en la esquina de Pedro Ascencio y Aquiles Serdán a un costado del Palacio de Justicia o en parte de él, por cierto, también comentaba, que fue cruzado por el cura Hidalgo, cuando pernoctó en lo que hoy es el fastuoso Museo José María Velasco.
El puente de los Lavaderos en la Plaza de los Mártires, el de Huitzila y el del Boulevard de los Maestros.
Contaba también que la ciudad sufrió dos grandes inundaciones, la primera en 1929 y la segunda en 1933.
Recordaba como nadie las vecindades que había en Toluca, que ya algunas desaparecieron, empezando por la de Parras, la de Capellanía, que estaba por el rumbo de la Merced y la de los Delgado. Había otra cerca de su casa, en donde su señor padre hacía dulces típicos, entre Rayón y Juárez sobre Hidalgo, hoy es un estacionamiento, pero antes fue terminal de los autobuses Herradura de Plata y más antes la vecindad, en la que había pasillos, cuartos, casas, lavaderos, donde se escenificaban improvisadas funciones de títeres siguiendo el ejemplo de Rosete Aranda.
Hombre de dichos, poesías y una gran memoria, besaba la mano de las damas, cuando le preguntaban cómo estaba ¡respondía como “mango amarillo y chupado”.
Se le conoció como el “Cura Hidalgo” por el enorme parecido que tenía con las gráficas o pinturas que hay sobre el Padre de la Patria. Trabajó muchos años para el Ayuntamiento de Toluca, de 1961 a 1997; recibiendo en el año de 1994 la presea del Estado de México.
De joven participó en la organización de un frente de taxistas, así como también luchó por la creación de un frente cívico. Durante muchos años mantuvo a las palomas que pululaban cerca de la Catedral, hasta que fueron desapareciendo. Hubo al respecto dos versiones, una que un vecino de los que habitaban en los altos de los portales las atrapaba para cenárselas y otra que alguien de la Catedral las envenenó porque dañaron la fachada.
En el Ayuntamiento trabajó en el Departamento de limpia, luego en el de Nomenclatura, su sueño dorado no se cumplió, quería ser regidor, no lo logró a pesar de que fue presidente del PRI Municipal. Tenía un acervo muy importante en documentos, así como un impresionante archivo de fotos.
López Osorio nació un 30 de abril de 1920, participó activamente en la creación del Salón presidentes del Ayuntamiento de Toluca, obra culminada el 11 de septiembre de 1972, el proporcionó las fotografías de la mayoría de los presidentes, mismas que fueron reproducidas.
Contrajo nupcias con la señora Maximina Martínez con quien procreó 9 hijos.
En memoria a un hombre que conoció a nuestra querida Toluca a fondo de corazón, Don Amador López Osorio.
¡Sobre la galería de fotos es donde Don Amador colaboró en las administraciones municipales desde 1961 a 1997!