Las últimas semanas hemos sido sorprendidos por declaraciones revictimizantes por parte de fiscales, la más sorprendente la declaración del fiscal de Morelos, al culpabilizar a una chica de su propia muerte por ingestión alcohólica, declaración que ofendió en medios de comunicación masivos y en redes sociales, sin embargo, es importante hablar de que esta no es la única declaración que deja a las mujeres en este caso Ari y su familia en suma vulnerabilidad.
Las declaraciones que se han realizado por parte de las autoridades de la Ciudad de México con la intención de “aclarar” el tema han sido también revictimizantes y han puesto en riesgo la investigación y las posibles sanciones a los culpables del feminicidio de Ari, la sobre exposición de pruebas, la exposición mediática de la y el implicado en el crimen y las declaraciones que se han vuelto políticas pone a la justicia lejos de la familia de Ari, y es que pasamos de una declaración de una muerte por alcohol a una sobreexposición de la víctima, donde no importan las leyes que se han aprobado en los últimos meses para preservar su memoria, lo que importa es el botín político que dejan las muertes de mujeres, y es que siendo realistas si un feminicidio no se vuelve viral en redes sociales y medios de comunicación las fiscalías actúan como un escrito de recepción de denuncias, donde las familias pasan días, meses e incluso años antes de obtener al menos las primeras indagatorias.
Las fiscalías han negado en los últimos años el incremento de la violencia feminicida en México y me atrevería a decir que muchas de las y los servidores públicos de estos espacios siguen sin creer que las mujeres mueren por causas distintas a los hombres y es que estadísticamente los feminicidios van en disminución, pero los homicidios dolosos de mujeres van en aumento, por eso, cuando vemos datos del secretariado ejecutivo o de las propias autoridades ministeriales creemos que los feminicidios van bajando, esto no es así, las fiscalías en todo el país tienen un vendaje en los ojos que les impide ver la violencia patriarcal y machista de la que son víctimas miles de mujeres en el país, decir hoy, en pleno 2022 que las mujeres mueren por salir de fiesta, por andar en malos pasos, por no tener estabilidad emocional o por tener muchos problemas, es negar una violencia sistemática que nos está matando y que está dejando cada día a 11 o más familias en un desamparo institucional que no las voltea a ver a excepción de cuando estas se vuelven de interés mediático.
Sigamos alzando la voz este y todos los días porque las muertes de mujeres dejen de ser botín político, porque las mujeres dejemos de ser una estadística, porque las mujeres podamos vivir libres y sin miedo, alcemos la voz el 25N y todos los días por un país que empiece a ver con lentes violetas y nos garantice vivir.
Tw. Yuri_cast
