Desde hace una semana circula, de WhatsApp en WhatsApp, un documento PDF titulado “PosibleGabineteAlfredodelMazoIHD2”, en cada mensaje el mismo comentario o uno similar: “discreción, es ultrasecreto”.
La ultrasecrecía ha sido infravalorada o simplemente ha perdido su valor si es que dicho documento sigue circulando entre los WhatsApp de cualquier cantidad de personas con la posibilidad de recibirlo, no todos necesariamente con algún tipo de influencia o poder.
No hay mayor evidencia de que se trata de una malintencionada jugada que el nombre mismo del documento: “PosibleGabineteAlfredodelMazo”. ¿En serio? ¿Un documento ultrasecreto que se nombra con el detalle de su contenido? ¡Vaya charada!
La cuestión es muy simple: si el equipo de Alfredo del Mazo realmente realizó el documento, el gobernador electo debería estar altamente preocupado porque información de ese tipo haya llegado hasta los celulares de todos; si no es así, debería estarlo porque alguien está tratando de manipular la opinión publica para obligar algún o algunos nombramientos.
Destaca que en la lista no aparecen todas las áreas del gabinete estatal pero, más aún, que la información que hay en ellas sea incompleta o que incluso algunas fotografías no sean actualizadas o ni siquiera correspondan con la persona que dicen referir.
No es raro que quien está intentando esta maniobra siente urgencia de que algunos nombres sean mencionados en los medios, de tal manera que pueda ser tomados en cuenta, “venderse más caro” o, simplemente, sembrar la duda entre quienes sí están en una lista similar pero no aparecen en esta.
Quien haya hecho esta lista se tomó su tiempo y eso habla del interés en que conociera, pareciera que el autor se dio a la tarea de repasar nombres en columna, buscar trayectorias, ilustrar y colocar todo en una base de datos ¿con qué fin? Esa es la pregunta correcta.
En tiempos de incertidumbre información de este tipo es común y evidentemente no puede dársele ningún crédito ante toda la evidencia de falsificación; no obstante, deja la interrogante ¿a quién o qué grupo parecía beneficiar la lista filtrada?
Dejemos la pregunta al aire, por lo pronto cuidado con lo que llega con el sello “ultrasecreto”.