Por más que alguien diga que la transición de una administración a otra es tersa y amistosa, las evidencias dan muestra de que las cosas no solo no son así sino que, además, el inquilino que deja la casa de Paseo Colón está haciendo todo lo posible por incomodar a su nuevo ocupante.
Aunque para algunos el tema del aumento al transporte se trata de un “recuerdito” que se deja a la nueva administración, en realidad se trata del cumplimiento a los acuerdos hechos con el viejo e influyente “pulpo camionero” a quien se le había comprometido el incremento pero que, por motivos electorales, se había suspendido.
En realidad, de las últimas acciones que ha realizado el equipo saliente la única que no tiene lógica es la decisión de reducirse el salario antes de salir, es una medida que ya no afectará a los que se van pero los que llegan no podrán hacer nada para recuperarlos; no es como que alguien que gana 114 mil pesos resienta mucho que le quiten 7 mil pero ¿por qué la descortesía?
¿Que pasó que fue necesario ese despliegue de malas intenciones? ¿Fue parte de una demostración o de una estrategia a largo plazo? Quizás el tiempo nos permitirá averiguarlo pero por lo pronto es solo una pista de cómo se está llevando la transición.
El siguiente paso en este capítulo será la revelación de los nombres de aquellos que encabezarán las dependencias del gabinete estatal, será hasta ese momento que sabremos cuáles son los reales de todos los grupos que han buscado influir en dicha decisión pero también los verdaderos alcances que tendrán en futuras acciones.
El reparto de espacios le permitirá al círculo rojo tomar decisiones con miras a los procesos que se vienen para 2018 pero eso también implica que dependerá de la capacidad de lectura de los interesados para poder alcanzar los respectivos objetivos.
Es muy probable que estemos viendo los últimos días no solo de esta administración sino, también, de algunos de sus integrantes enfundados en la camiseta tricolor; el tiempo, solo el tiempo lo dirá.
