El Estado de México ha sido bombardeado con cientos de encuestas, intentando se conozcan los niveles de aceptación y las posibilidades de triunfo de quienes, aspiran a gobernar al Estado más importante del país. Las han realizado de todas las formas posibles; quitando a unos y poniendo a otros, cambiando el color a uno y al otro, también. En fin, por creatividad no han parado. Todas las posibilidades se han explorado, sin ninguna duda.
Muchos coinciden en que los resultados que arrojan, solo se trata de una fotografía del momento. Pero, lo interesante de todo ello, es que no hay un solo momento fotografiado por las encuestas, en donde la maestra Delfina Gómez Álvarez, candidata de Morena a la gubernatura del Estado, no ocupe el primer lugar en preferencias y sea la mejor calificada. Para ella, se dibuja una constante línea recta de un solo carril, de un solo sentido, con un solo destino: el Palacio de Gobierno.
En cambio, para la candidata de la alianza Va por México, las encuestas le presentan un panorama distinto; su fotografía, es un eterno momento de un segundo lugar. También, para ella es una constante, pero no es en línea recta, ni tiene dirección y destino. El problema no es ir abajo en las encuestas, sino su alejamiento en las preferencias ciudadanas. Cada día más marcado.
La pregunta que deberían de hacerse es el ¿por qué?
Algo está ocurriendo alrededor del proceso y de las candidatas; que de un lado es altamente satisfactorio y por el otro, aparece una crisis; tal cual, como si se extendiera una gran nube gris sobre sus cabezas que crece en cada encuesta realizada. En esa Alianza Va por México, como dicen los norteamericanos, tienen a un elefante en su sala que nadie lo ve. No lo ven o no lo quieren ver.
Tal vez es una solución, que recurran a un analgésico eslogan discursivo: valentía. Para aliviar un poco el malestar interno. Pero, la valentía es un vocablo que no les favorece, ya que significa grande y excesivo; por lo que termina siendo, más bien, un concepto revelador de egolatría, la que intentan esconder alrededor de ese brazo que cruzan y al que le han escrito su leyenda del momento. Eso confirma que continuarán persiguiendo al poder, bajo el delirio de grandeza, de la que difícilmente intentarán despojarse.
Los ejemplos que nos ha mostrado Alejandro Moreno (a) “Alito”, su líder nacional y muchos otros, es que, en el PRI, de lo que más se carece es de valentía. Sus silencios y sus posturas embelecas ante las cosas que pasan en el país y en el Edomex., lo demuestran sin necesidad de tener que corroborarlo. Por eso, no buscan a la valentía como una virtud o un atributo personal, simplemente no la tienen. Lo gritan a los cuatro vientos; pero, la exigen de los demás, solo a nivel y en el terreno de su militancia. Es en ellos que recae la responsabilidad de ser valientes. No en los legisladores, ni en los responsables de gobernar, ni en su cúpula partidista. Ellos están exentos de portarla.
Pero, volvamos a las encuestas. A la fotografía del momento y sobre la importancia de tomar en serio sus resultados. Recordemos, por ejemplo, la del Grupo Reforma, la cual mostraba (noviembre del 2022), que una muy buena cantidad de votantes no estaban dispuestos a apoyar la alianza PAN-PRD-PRI. Sin embargo, por sus fueros la hicieron. En esa misma encuesta, al realizar el ejercicio de contraste entre Morena y el PRI, el resultado fue más revelador; a Morena se le ve como un partido que se preocupa por la gente, por los que menos tienen, mientras que al PRI lo destaca por ser el partido que más daño ha hecho al país y el que más roba cuando gobierna.
Por otro lado, la empresa encuestadora Parametría, cerraba el año 2022, con una ventaja de dos a uno en favor de la candidata de Morena y hace pocos días, ya en enero de este año, la empresa Massive Caller, lanza su fotografía del momento, Morena conserva su primer lugar de la intención del voto con un 40%, mientras que la candidata de la Alianza solo alcanza más que, un poco más del 31%.
Para el PRI mexiquense, no son importantes los resultados de las encuestas, aún y cuando la fotografía siga siendo la imagen de todos los días. En realidad, ningún otro cálculo lo es. Han sido devorados por la ambición. Todos “ya se vieron”, todos tienen un paso en el siguiente escalón hacia la gubernatura del Estado. A todos ellos, se los ha comido el exceso de confianza.
Pero lo que no toman en cuenta es que, a partir de ahora, los momentos electorales serán diferentes y las empresas encuestadoras podrían estar fotografiando otro momento, distinto a los anteriores; pero, mayormente reforzado para la candidata de Morena; comenzando, porque impactarán de forma distinta sus discursos de arranque de campaña formal.
Mientras que una de ellas, lanza un grito auxilio a sus bases militantes, llamándolos a obrar con valentía, en una batalla que moral y políticamente le corresponde iniciar a ella y a su cúpula partidista y no a los militantes de su partido. Su contraparte, la Maestra Delfina, se posiciona con un discurso en el que no rehúye a nada, ni siquiera intenta trasladar a sus bases, responsabilidad que originalmente le corresponderían a ella. Solo se suma como parte del deseo colectivo mayoritario de un cambio de rumbo en tierras mexiquenses y reclama respeto a la dignidad de las personas en particular en aquellas que militan dentro de un partido político.
Estemos listos para ver aún más fotografías del momento producto de las encuestas. Ya veremos qué pasa.
Ahora, mis preguntas finales, sobre la fotografía del momento ¿No se cansan de mantener el brazo así? ¿Quién les receto ese analgésico llamado valentía? ¿Están preparados para los efectos secundarios que les traerá su mal automedicación?
Hasta aquí con una más de: Mis preguntas finales, nos leemos en la próxima.
Guillermo Calderón Vega. Profesor Universitario, abogado, exfuncionario público, Experto en operación, negociación y concertación política. Twitter: @gmo_calderon / Facebook e Instagram: Guillermo Calderon Vega.
