La discriminación racial es un problema persistente en muchos países, incluido España. Aunque se ha avanzado en la lucha contra la discriminación racial en el fútbol, todavía existen casos que evidencian la necesidad de seguir trabajando para erradicar este problema.
Casos conocidos de discriminación racial en el fútbol español es el incidente en el que el jugador del Barcelona, Dani Alves, fue objeto de un acto racista durante un partido de la Liga española en 2014. Mientras se disponía a ejecutar un saque de esquina, un aficionado lanzó un plátano hacia el jugador brasileño en un acto claramente racista. En lugar de dejarse afectar por el incidente, Alves recogió el plátano, lo peló y se lo comió antes de continuar con el partido. Su respuesta fue un acto de valentía y resistencia contra la discriminación racial, y se convirtió en un símbolo de lucha contra este problema.
Otro caso destacado es el de Samuel Eto'o, exdelantero del Barcelona y del Real Madrid, quien fue víctima de insultos racistas en varios estadios españoles durante su carrera o el de Hugo Sánchez, destacado futbolista mexicano que durante su paso por el Real Madrid fue objeto de insultos al llamarle “indio” o “azteca” como una forma de agresión.
El último de estos lamentables acontecimientos sucedió el pasado fin de semana en el encuentro suscitado entre el Valencia y el Real Madrid, en Mestalla, donde Vinícius Jr, extraordinario futbolista brasileño recibió insultos racistas derivado de sus rasgos físicos.
Estos incidentes demuestran la persistencia de estereotipos raciales y la falta de conciencia sobre la importancia de la igualdad y el respeto en el fútbol. Además de estos casos individuales, también se han registrado situaciones en las que grupos de aficionados han lanzado cánticos racistas o exhibido pancartas ofensivas hacia jugadores de origen africano u otras minorías étnicas.
Estos comportamientos no solo afectan a los jugadores directamente implicados, sino que también generan un ambiente hostil y excluyente para los aficionados de diferentes orígenes étnicos que asisten a los partidos.
Es fundamental que los clubes de fútbol, las autoridades deportivas y la sociedad en general tomen medidas enérgicas contra la discriminación racial. Esto implica una combinación de educación, sanciones más severas y promoción de la diversidad en el fútbol. Los clubes deben establecer políticas de tolerancia cero hacia la discriminación racial y garantizar que los aficionados que perpetúen estos actos sean identificados y castigados.
Como Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México incentivé acciones en favor de una convivencia respetuosa y en igualdad en el Estadio Nemesio Díez porque como lo afirme en su momento:
“El gran espacio de convivencia familiar y social que representa la celebración de un partido de fútbol en un estadio tiene que ser un encuentro donde el deporte, en su esencia como derecho humano, sea el medio de enaltecimiento de la dignidad humana no de su degradación”.
Ojalá que Irene Montero, la ministra de igualdad en España, dirija su lucha de forma total a la igualdad y se manifieste con acciones contundentes sobre este fenómeno arcaico que sucede en la península ibérica.
La discriminación racial en el fútbol español sigue siendo un problema. Los casos de Dani Alves, Samuel Eto'o, Hugo Sánchez o Vinícius Jr son ejemplos claros de cómo los jugadores han enfrentado la discriminación y han alzado su voz contra ella. Sin embargo, es necesario un compromiso continuo por parte de todos los actores involucrados en el fútbol para garantizar que los estadios sean espacios inclusivos y libres de discriminación racial.
