Actualmente se desarrollan las campañas federales para renovar la Presidencia de la República, así como las cámaras de Senadores y Diputados del Congreso de la Unión, y en unas semanas más iniciarán -en el Estado de México- las campañas locales para elegir Ayuntamientos y la próxima Legislatura estatal, por ello, desde el 1 de marzo estamos rodeados de acciones de propaganda electoral.
El artículo 228 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) define a la “propaganda electoral” como el conjunto de escritos, publicaciones, imágenes, grabaciones, proyecciones y expresiones que durante la campaña electoral producen y difunden los partidos políticos, los candidatos registrados y sus simpatizantes, con el propósito de presentar ante la ciudadanía las candidaturas registradas.
El referido artículo precisa que “Tanto la propaganda electoral como las actividades de campaña a que se refiere el presente artículo, deberán propiciar la exposición, desarrollo y discusión ante el electorado de los programas y acciones fijados por los partidos políticos en sus documentos básicos y, particularmente, en la plataforma electoral que para la elección en cuestión hubieren registrado”.
Y parece que eso es lo que menos sucede, si no fuera por el trabajo que realizan los medios periodísticos al organizar mesas de análisis y buscar entrevistas con especialistas, para promover la discusión y análisis de las propuestas que se han colocado en la agenda pública.
Sin embargo, una de las vertientes de esas estrategias propagandísticas es asegurar -mediante encuestas- que el resultado de las elecciones ya está determinado. Anticipar que el resultado está configurado dos meses antes de la jornada electoral es una estrategia propagandística que le apuesta a promover el abstencionismo y desalentar a quienes están en contra del partido en el poder. “El abstencionismo genera un comportamiento caracterizado por la apatía, el cual deja la participación política real a una minoría activa” (Crespo, 2010).
De acuerdo con los estudios realizados en la materia, se ha demostrado que “a mayor margen de victoria esperado menor tasa de participación electoral” (Soto, 2014). Por ello, cuando a través de los mensajes se insiste en que la oposición tiene poco por hacer en las próximas elecciones del domingo 2 de junio, se estimula la percepción de que acudir a las urnas podría ser ocioso.
Seguramente ha escuchado gente que afirma: “¿Para qué ir a votar? Ya todo está decidido”. Y el asunto no es menor, porque cuando se logra una alta participación es cuando se puede cambiar el estado de las circunstancias, y a quien siempre beneficia promover el abstencionismo es al partido dominante, generalmente el llamado “partido oficial”.
Por ello, es muy relevante que las diferentes fuerzas políticas y especialmente las autoridades electorales, promuevan la participación política y alienten que -como ciudadanía- ejerzamos nuestro derecho a elegir. Corresponde a las instancias federales y locales, es decir los institutos Nacional Electoral (INE) y Electoral del Estado de México (IEEM), alentar el conocimiento de las propuestas y plataformas de los partidos políticos, así como de las personas que compiten por un cargo de elección popular.
En el caso del INE, se puso en marcha el sitio web “Candidatas y Candidatos, Conóceles” (disponible en https://candidaturas.ine.mx/) cuyo propósito es facilitar la consulta de “la trayectoria política y profesional, las propuestas de campañas y la autoidentificación a determinados grupos en situación de discriminación de las personas candidatas que participan en la Elección Federal de México”.
Desde el primero de marzo y hasta ayer martes 2 de abril, se habían realizado -apenas- 384 mil 542 consultas. Digo “apenas” porque el Padrón Electoral del país supera los 100 millones de personas.
Le invitaría a conocer la plataforma, porque permite realizar búsquedas por cargo de elección, entidad, grado académico, rango de edad, sexo e incluso “candidaturas por acción afirmativa”. En el apartado de cada candidata y candidato, se pueden conocer las propuestas de quienes aspiran a un lugar en el Congreso de la Unión y la Presidencia de la República.
Habría que señalar que algunas de las propuestas son un “enredo narrativo” que no aportan para su comprensión y algunas de ellas plantean generalidades que no precisan el cómo se resolverán los problemas o cómo se ejecutarán esas propuestas.
Sin embargo, habría que reconocer que es un avance significativo el acceder a parte de la información -cuidada naturalmente- de las personas candidatas. Aunque esa información, habría que completarla con la información disponible en medios periodísticos, donde están los escándalos y manejos “raros” de algunas candidatas y candidatos, quienes ahora tienen el descaro de pedir nuevamente el voto. Ya usted decidirá.
#TodoComunica
La responsabilidad de votar es nuestra, como ciudadanas y ciudadanos; sin embargo, sería sano que se revise el Modelo de Comunicación Político Electoral para propiciar que los medios de comunicación, así como las y los periodistas, tengan un papel mucho más proactivo para el conocimiento profundo y difusión de quienes competirán por una diputación o un Ayuntamiento, y se haga un dique a la propaganda basada en mentiras o medias verdades.
