Desde que el rector de la UAEMex, Alfredo Barrera Baca, asumió el cargo de mandamás en esta casa de estudios, el equipo de futbol profesional, Potros FC, sólo ha sumado fracasos; quizá por el completo desinterés que desde antes de su arribo mostró hacia este proyecto impulsado de sobre manera por su antecesor.
En el primer semestre de su administración decidió dejar el manejo del equipo a una empresa privada que no soportó o no pudo con la tarea y se retiró antes de que concluyera el torneo; esto obligó a la UAEMex a retomar el control de la escuadra, con la incorporación de un nuevo presidente, Pedro Guadarrama, así como un director deportivo, Jesús Vallejo.
La modificación más importante fue la salida del técnico Omar Ramírez, quien llevó al equipo al ascenso desde la segunda división y en el Ascenso los metió en dos liguillas, pero lo que es más importante, les quitó problemas porcentuales.
Sin embargo, un mal torneo, donde no se clasificó y se quedó cerca del sótano general, aunado a fuertes acusaciones de un ex jugador extranjero que asegura le cobraban por jugar, llevaron a la salida de Ramírez Lara de la institución.
En su lugar llegó el técnico uruguayo Héctor Hugo Eugui, quien dejó a la columna vertebral de la plantilla y solo reincorporó a refuerzos extranjeros; pero la fórmula nunca funcionó, al final de un torneo más, el resultado es igual de pobre que el semestre anterior; números que tienen a los Potros en el último lugar de la clasificación, sin liguilla y, por ahora, tampoco jugaría Copa MX.
Se suma un nuevo fracaso, la pregunta ahora es: ¿quién o quiénes son los responsables? Las opciones son varias o todas. Un técnico como el profesor Eugui con mucha experiencia pero con un sistema que parece no estar actualizado a las exigencias del fútbol, que prefirió ganar, empatar o perder por un gol que realmente regresarle al equipo esa mística ganadora que por muchos años tuvo.
Otra: una directiva gris, que nunca dio muestras de autoridad en el equipo, ni tampoco hizo nada por modificar el mal paso del equipo.
O quizá sea una rectoría que ya no sabe cómo deshacerse de este equipo que le representa una fuerte inversión, un gasto del que no se recupera nada en beneficios, ya ni si quiera de entradas al estadio o consumos en ese inmueble, porque el mal andar del equipo y su juego sin lucidez alejaron a la afición.
En la UAEMex advirtieron que no venderán el equipo, aun cuando tienen dos ofertas puestas en la mesa, pero entonces ¿cuál será el destino de los Potros? Porque la liga meximexicanos quiere equipos con solidez financiera y un proyecto deportivo a largo plazo, algo que en este equipo no se tiene, o tal vez por eso los malos resultados, por qué quizá la salida más diplomática sea regresarlo a la segunda división, al menos eso tendría un costo político de menor impacto. Ojalá no sea así.
