1 de mayo de 1913: Así se conmemoró por primera vez el Día del Trabajo en México

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1 de mayo de 1913: Así se conmemoró por primera vez el Día del Trabajo en México

Viernes, 02 Mayo 2025 08:02 Escrito por 
Juan Manuel Pedraza Velásquez Juan Manuel Pedraza Velásquez Ecos del pasado


Cada 1 de mayo, el mundo conmemora el esfuerzo de los trabajadores de la Huelga de Haymarket de Chicago en 1886, la cual culminó con la brutal represión y asesinato de los manifestantes en días posteriores. Desde aquel momento, la lucha obrera fue impulsada en los cinco continentes; poco a poco, los trabajadores lograron muchas conquistas laborales que incluso hoy en día siguen resonando y beneficiando al trabajador. Fue a partir de la década de 1890 cuando se empezó a conmemorar el 1 de mayo como un día simbólico en honor a la lucha obrera a nivel mundial.
En nuestro país, fue hasta 1913, en plena fase armada de la Revolución, cuando por vez primera se conmemoró este día en honor a los esfuerzos del proletariado mundial para lograr mejores condiciones laborales y algunas reivindicaciones sociales. Fue el presidente Victoriano Huerta el encargado de conmemorar por vez primera esta celebración, pero antes de adentrarnos a explicar cómo fue este evento histórico, será necesario exponer un poco el contexto de la época.
Durante la dictadura de Porfirio Díaz, México experimentó un crecimiento industrial acelerado, lo cual también propició un exponencial desarrollo y aumento de la clase proletaria en nuestro país. La clase trabajadora crecía, pero estaba en condiciones paupérrimas que limitaban enormemente su calidad de vida: jornadas de hasta 14 horas de trabajo, sin seguridad social, sin derecho a huelga ni a organizarse. Las huelgas de Cananea en 1906, la de Río Blanco en 1907 y la de 1908 de los ferrocarrileros dan cuenta de la miseria y explotación que sufría la clase trabajadora.
En 1910 pareció vislumbrarse una luz al final del túnel con el levantamiento armado de Francisco I. Madero. La lucha maderista logró quitar al dictador en 1911, pero la inestabilidad política, las revueltas durante su mandato y la benignidad de su plan de gobierno hicieron imposible una mejora radical de las condiciones obreras. En febrero de 1913, Madero fue derrocado por Victoriano Huerta. Aun en la ilegitimidad, el nuevo gobierno buscó partidarios y trató de llamar a la conciliación; de esta manera, Huerta aprobó la manifestación pública de organizaciones obreras, tratando de ganarse el apoyo del movimiento obrero mexicano.
La conmemoración tenía contemplados actos cívicos como discursos, manifestaciones, consignas, fiestas y reparto de ropa entre los obreros. El 1 de mayo de 1913, desde las 9 de la mañana comenzaron a reunirse miles de trabajadores de varias organizaciones obreras. Un grupo de ciclistas anunciaba el derrotero que debían seguir los manifestantes; la inmensa columna partió de la Plaza de la Constitución hacia la Alameda, pasando por la calle de San Francisco o Plateros para incorporarse posteriormente a la Avenida Juárez. En el Hemiciclo a Juárez, Rafael Pérez Taylor, Antonio Díaz Soto y Gama, Jacinto Huitrón y Epigmenio Ocampo tomaron la palabra.
Los oradores pronunciaron discursos relativos al valor del trabajo y a la constancia en la lucha por sus demandas. El público aplaudió fervorosamente y en más de una ocasión se escucharon rechiflas hacia el gobierno de Huerta. Posteriormente, los manifestantes —algunas fuentes hablan de más de 30,000— se dirigieron a la Cámara de Diputados a presentar un pliego petitorio referente a las condiciones laborales. Al ser recibido su escrito, los trabajadores retornaron al Zócalo a las 11 de la mañana.
A la una de la tarde, la Casa del Obrero Mundial organizó un baile y música para darles a los obreros un rato de ocio, diversión y esparcimiento. Los lugares del evento fueron el Tívoli del Eliseo y el Parque Balbuena. La Banda de Policía amenizó el acto sin ningún contratiempo. De manera simultánea, en Tacubaya, el Comité Organizador de los Clubes Obreros Independientes del Distrito Federal celebró también el Día del Trabajo con discursos, música, baile y entrega de prendas de ropa para los trabajadores y sus familias.
Los festejos del 1 de mayo concluyeron en la noche con una velada literaria en el Teatro Xicoténcatl, donde hubo discursos, baile y la cantante Josefina Llaca entonó una aria y las estrofas del Himno Nacional. Todo esto sin ningún contratiempo, dando por concluidos por vez primera los festejos del 1 de mayo en nuestro país. El día 1 de mayo, pese al clima político de la época, se desarrolló de manera relativamente tranquila y sin ningún contratiempo.
El objetivo del gobierno de atraer a las masas obreras a su causa nunca se logró, y durante el régimen represor de Huerta las condiciones de trabajo de la clase proletaria no mejoraron en lo más mínimo. Victoriano Huerta abandonó el país en 1914, dejando un gran vacío de poder y un cúmulo de promesas sin cumplir. Fue hasta 1917, con el artículo 123 de la Constitución, cuando se otorgaron derechos laborales después de una larga lucha contra los empresarios y el Estado mexicano.
A 112 años de los primeros festejos del 1 de mayo en nuestro país, la lucha obrera sigue. Hay todavía una gran cantidad de asuntos que siguen en el tintero político del gobierno: la jornada laboral de 40 horas, la igualdad salarial, los sueldos justos, el cumplimiento de las leyes laborales, el alto a los abusos de patrones y empresas, entre otros. Solamente la historia nos muestra, como en esta ocasión, que los derechos laborales no son dádivas ni limosnas, son producto de la lucha obrera para obtener una mejor calidad de vida y dignidad humana.

Por Juan Manuel Pedraza, historiador por la UNAM.

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