Hace muchos, muchos años que la educación dual existe en el mundo. Hubo países que entendieron que había una interconexión entre la capacidad, el talento, el potencial de las personas y la experiencia laboral. Nuestro sistema educativo nacional en México se ha resistido sistemáticamente a explorar otras opciones. Queremos que las cosas se den paso a paso, como si el “afuera” no existiera, hasta que los(as) estudiantes que egresan, emigren impolutos para enfrentar el caótico e impredecible campo laboral.
Hay que revisar las estadísticas nacionales o estatales, acerca del tamaño de la matrícula que cursa sus estudios en modalidades semipresenciales o totalmente en línea y, se van a percatar de que pocos son los programas de largo aliento que se dedican a preparar profesionales en campos relacionados con las ciencias biomédicas o bien en las ingenierías y las tecnologías.
Es por eso que los programas de educación dual, aunque se posicionan como una alternativa para el desarrollo del país, todavía es incipiente. Ello tiene que ver con la baja calidad académica. Si en los resultados de los exámenes estandarizados, tipo Enlace o PISA, los(as) jóvenes alumnos(as) le huyen a todo aquello que les suene a escribir, pensar y razonar matemáticamente ¿cómo queremos que la educación dual prospere, aquí o en otras latitudes?
Hace unos cuantos días, una delegación mexicana acudió a Suiza, así como a Alemania, para ver cuáles son las ventajas para que México siguiera tomando parte en este tipo de programas educativos. Los resultados parecen prometedores ¿Estamos en condiciones de abrir brecha para esta modalidad? Creo que sí.
Afortunadamente, están participando estudiantes nacionales en este tipo de programas y los indicadores, aunque incipientes, parecen positivos. Sería interesante saber quiénes son y en qué áreas lo han logrado. La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) ha caminado en este sendero. Tiene, entre otras sedes, oficinas y representaciones colocadas en países como Alemania, España y en puntos estratégicos en América Latina, que tratan de ensanchar este tipo de vetas para la formación e impacto de nuestros estudiantes o egresados.
El conocimiento disciplinario, aunado a la capacidad profesional para enfrentar los vaivenes del mercado laboral, hacen que este tipo de programas, como la educación dual, sean una alternativa para encarar frontalmente este mundo globalizado.
*Coordinador Ejecutivo Red Internacional FAMECOM
