A sus 95 años, la longeva monarca va más allá de los buenos hábitos, balancear de forma correcta su alimentación, no fumar y beber poco, pues su propio ADN le permite lucir bien a su edad. Sin embargo lleva a cabo una serie de rutinas, sin dejar de darse ciertos gustos.
La emblemática monarca tiene sus propios trucos y secretos, una serie de conductas que no conocíamos y que practica hace varios años para lucir como una reina.
El primero es mantenerse en movimiento. Isabel hace ejercicio casi todos los días, cuando sale a pasear sus perros por la mañana realizando caminatas rápidas, y hasta hace unos años todavía montaba a caballo dos veces por semana. Ahora los perros son su motivación y si no puede salir a caminar con ellos por la mañana, lo hace por la tarde.
Otra regla que tiene la reina es huir del sol, desde hace varios años trata de exponerse al astro rey lo menos posible.
Nunca se queda sentada en un escritorio, cuentan sus colaboradores, que durante las ceremonias, puede estar parada durante 90 minutos. Aparte procura dormir bien, por lo menos siete horas y todos los días despierta a las 7:30 am.
Con referencia a los cuidados de belleza, gusta de usar poco maquillaje y se aplica cremas baratas, en especial una que utiliza para el cuidado de la piel de la cara nada sofisticada, una crema anti edad a base de leche de rosas que se vende de manera masiva, cuesta US$11 y ha permanecido casi toda la vida en el tocador de la reina, esto la hizo ganar el sello “Royal Warrant”.
En cuanto a su alimentación, su dieta se basa en comidas sencillas y mucho té, le agradan los sándwiches y ocasionalmente se da permiso de comer dulces. Respecto a la bebida, gusta de la ginebra, el champán y el Martini, se dice que disfruta de cuatro bebidas alcohólicas al día.
Isabel no sólo ejercita su cuerpo, también los ejercicios mentales forman parte de su rutina, continuamente lee sobre temas actuales y estudia documentos, se involucra con el trabajo de los ministros durante las sesiones informativas del palacio de Buckingham.
Y por último, tiene un excelente control de sus emociones, pues no se deja afectar por desgracias y disgustos, un modo muy positivo de ver la vida, practicando lo que llamamos “búsqueda de beneficios”.
Esta moneda se distribuyó en cajas de cereal y hoy vale más de diez mil dólares
