1983, Toluca poco a poco busca una nueva cara y la remodelación de su centro histórico, comenzado por los adoquines del centro y la renovación de Los Portales.
Empero, también debe hacer frente a los problemas de salud, que imponen un alto costo social. Es así como en febrero se lanza una intensa campaña anti polio. El objetivo es inmunizar a los niños de dos meses a tres años de edad contra esa peligrosa enfermedad. La vacuna es gratuita y se aplicó en todos los centros de salud.
En materia de vialidades, como parte de la carretera Panamericana, se prevé una inversión de dos mil 200 millones para la vía Toluca-Atlacomulco. Hasta febrero de este año, se habían invertido ya 800 millones de pesos, de los cuales 400 eran por parte del gobierno estatal, la proyección de la autoridad es que quede lista en los primeros meses del 84, tal y como ocurrió.
En este año, las autoridades reconocen un crecimiento de la población, pero el índice delictivo va en aumento en un 17%, los especialistas hablan de un incremento del 500 por ciento en los robos, todo ello atribuible a la falta de empleo, así como a la crisis económica.
Como parte del compromiso de proteger el medio ambiente, se promueve una plantación masiva de arbolitos en Toluca, verificando doce notarios. Se estima que fueron 50 mil árboles los que se plantaron en septiembre, como parte de la campaña de reforestación, en la que participaron 34 sectores del municipio de Toluca en las zonas del parque Sierra Morelos y Tlacotepec.
La feria del alfeñique se empezaba a consolidar en la ciudad, en este año, ya se instalaron 121 stands en la parte baja de la Plaza González Arratia.
Y al finalizar este año, se pone en marcha el programa Integral de Desarrollo de la Industria Químico Farmacéutica, aspecto que brinda importantes expectativas por las empresas del sector que están establecidas en el corredor Toluca-Lerma.
El 1984 es recordado en México por aquel trágico 19 de noviembre, cuando una serie de explosiones en las instalaciones de Petróleos Mexicanos situadas en la localidad de San Juan Ixhuatepec, conocido como San Juanico, deja alrededor de 600 muertos, dos mil heridos y la evacuación de 200 mil personas del norte del valle de México.
Toluca inicia 1984 con el reporte de 227 mil nacimientos en 1983, lo que le obliga a intensificar las campañas de salud, de ahí que se inicia en enero, con la aplicación de 90 mil dosis contra la polio. Para entonces, el crecimiento de la población de la capital mexiquense es de una tasa del 4.5%, por lo que se estima que existen 600 mil habitantes.
Precisamente para frenar los problemas de basureros clandestinos que se dan alrededor, el gobierno municipal planea embovedar el Río Verdiguel, lo que costará 500 millones de pesos y no 279 como se había anunciado en un principio.
Otra obra que sigue pendiente de concluir en Toluca, es la construcción del edificio que albergará a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (otrora Centro Charro), el gobierno estatal asegura a los medios locales, que no está abandonada, sino que la obra quedará concluida a finales de 1984.
En septiembre, se anuncia que se canalizarán mil 900 millones de pesos para comunicar el sur de la ciudad de Toluca, ya que el costo de la vialidad que se hará en la zona de las Torres, en el proyecto original se plantea el establecimiento de ciclopistas, estacionamientos, colector de aguas pluviales y otros servicios.
El cuerpo de bomberos de Toluca, que presta sus servicios a la población desde el 7 de septiembre de 1939, a 45 años de distancia la infraestructura con la que contaban era precaria, así que el 11 de octubre, se constituyó el Patronato de bomberos con la finalidad de mejorar el material, así como las propias vestimentas de los elementos.
Antes de que finalice este año, el gobierno estatal anunció que iniciará la construcción de 820 viviendas tipo condominio, 500 para lo que será el fraccionamiento ISSEMyM Toluca y 320 para el de Cuautitlán Izcalli, estimándose una inversión de 3 millones de pesos.
El 19 de septiembre de 1985, México vivió uno de los momentos más trágicos de su historia. A las 7:19 de la mañana un terremoto de 8.1 grados en la escala Richter sacudió al Distrito Federal (hoy CDMX) y ocasionó la muerte a más de 40 mil personas aproximadamente, más de cuatro mil heridos, 30 mil estructuras destruidas y 68 mil daños parciales. Se presentaron varias réplicas del fenómeno, siendo la más significativa la del día siguiente a las 7:38 pm, 7.9 grados en la escala de Richter, la cual causó el mayor daño estructural al sacudir construcciones endebles.
Mediante la integración de un equipo selecto de profesionistas, técnicos y estudiantes, la comunidad universitaria de Toluca participó activamente en la atención de lesionados, damnificados y labores de rescate en el Distrito Federal (CDMX), por la problemática que generó el terremoto; mientras que el Fondo Monetario de Solidaridad para Empleo y Desarrollo Social donó 2 mil millones de pesos que se destinaron a restablecer los servicios de agua potable en las zonas afectadas por el sismo, así como el incremento de las labores de rescate de las personas, demolición de inmuebles y limpieza de los servicios públicos fundamentales del gobierno de la ciudad. Asimismo, fueron donados alrededor de 750 millones de pesos más entre el gobierno de Japón, los burócratas, los cañeros y el Estado de Nayarit.
Este terremoto se convierte en un parteaguas. Toluca va a tener un antes y un después del 85 pues a partir de este año se va a someter a un acelerado proceso de urbanización. (lo volvemos a vivir después de 32 años en este 19 de septiembre del 2017) Toluca volverá a tener nuevamente ese crecimiento de urbanización así como el municipio de Metepec y Lerma.
Curiosamente en este año, se constituyó el primer Plan de Centro de Población Estratégico, pues previo a la emisión del mismo, los fraccionamientos son construidos principalmente dentro del casco urbano de la ciudad, pero ya en una operación, el plan ubica la construcción de los fraccionamientos en delegaciones como San Lorenzo Tepaltitlán, San Pedro Totoltepec, San Mateo Oxtotitlán, San Buenaventura y San Mateo Otzacatipan. Con ello, arranca el proceso de urbanización del municipio de Toluca y Zinacantepec comienzan a unirse por la construcción de viviendas y se registra un importante crecimiento del área urbana al norte del municipio.
ABRIENDO BRECHAS:
Fundación del seminario Conciliar de Toluca;
Parece un sueño, el cinco de febrero de 1952, nació este seminario; tuvo por cuna el risueño y mágico pueblo de Valle de Bravo. Nació el arrullo de las cascadas, envuelto en auroras de oro y grana, y contemplando el cielo la pupila cristalina de un lago.
El Pastor de esta porción de pueblo de Dios, como lo hace un padre, anuncio tan esperado nacimiento a través de circulares invitaciones, para que conocieran y apadrinaron el pequeño, y así gran parte de su clero y algunos seglares preeminentes se dieran cita en Valle de Bravo, para contemplar el Seminario niño que nacía fecundo en esperanzas para la amada Diócesis.
Desde su nacimiento, este Seminario fue confiado a la protección de la Santísima Virgen de Guadalupe, su Patrona Principal, quien con mano dedicada se ha consagrado a lo largo de estos años de formar en su seno a los “Nuevos Cristos”.
El inquieto Felipillo quedó como modelo de las generaciones que desfilarán por este Seminario. El Protomártir mexicano que supo conquistar el cielo a temprana hora, con el derramamiento de su sangre, se encargaría de enseñar con su ejemplo, la entrega total de los seguidores de Cristo, en el amor a Dios y a las almas.
Al entonces Beato Pio X – modelo de sacerdotes, que supo escalar con sus virtudes y la senda del sacerdocio, hasta el pontificado, y de allí llegar al cielo, se le confió este seminario, para que siguiendo su ejemplo de pobreza, humildad, ciencia y amor a Dios, llegarán todos los aspirantes al sacerdocio, a ser fieles ministros del Señor en la entrega cotidiana de su vida, como Pio X lo hizo.
El excelentísimo Señor, cuál padre previsor, confió la educación de su pequeño Seminario a hombres sensatos y experimentados. Cupo en gracia al Sr. Pbro. Don. José Álvarez Barrón fue el primer Vicerrector de este Seminario, quien lo dirigió con mano segura hasta el 15 de noviembre de 1961. Cabe decir que, al terminar su gestión, diez de los alumnos que él recibiera en Valle de Bravo, eran ya diáconos.
¡Gracias, P. Álvarez, por los girones de tu vida que dejaste en el Seminario de Toluca; tus desvelos han fructificado y la veintena de sacerdotes que tu formaste está ya en la brega; ellos luchan por Cristo, y una buena parte!
Bajo las órdenes del Padre Álvarez y para colaborar en la misma empresa fueron nombrados los Sres. Sacerdotes: Don Heriberto Escamilla, como Prefecto de la Primera División y Maestro de varias asignaturas. Don. Telésforo Flores, también como Prefecto de Disciplina y Maestro de varias asignaturas. Don. Agustín Escudero, como maestro en algunas asignaturas.
El recuerdo de ellos vive permanentemente en el Seminario, y todo el plantel les guarda una gratitud eterna.
Una casona llena de recuerdos; En los anexos del Santuario de Santa María, hay una casa llena de recuerdos… Allí vacacionan los seminaristas de la Arquidiócesis de México, por largos años. En aquel 5 de febrero, con motivo de tan fausto acontecimiento, alberga 60 jóvenes, que heridos del amor de Dios querían seguir las huellas de Cristo. Fueron, a quienes tocó en suerte ser los fundadores del Seminario. De entre ellos, llegaron veinte al sacerdocio y trabajaron en la viña del Señor.
El Seminario se traslada a Toluca; Solo un año vive aquel pequeño Seminario alejado de la casa paterna. Para el siguiente curso, 1953, fue trasladado al lado del Pastor, para que a la sombra de su cayado se desarrollará lozano, fuerte y diestro. Su nuevo domicilio se fijó en el lugar que otrora ocupara la antigua Hacienda “La Garceza”, propiedad de el ilustre Sr. Don Santos López Rodríguez, quien desprendiéndose con gran generosidad de su propiedad, la donó al Excelentísimo Señor Obispo, para que allí se construyera definitivamente la casa de los futuros sacerdotes de Toluca.
“Señor Santos López, los muros que nos cobijan, los prados que nos recrean y el murmullo de chopos y llorones cuando los azota el viento, a diario nos hablan de vuestra generosidad. Solo sabemos decirle”: “Muchas gracias. ¡Que Dios lo premie con la vida eterna!”
En su realización, el edificio desde su principio fue dirigido por el Ing. Arquitecto Armodio del Valle Arizpe. El Seminario está construido de concreto y cubierto en su exterior, con tabique de la Huerta, con lo que adquiere lo que en arquitectura llamamos “Estilo Aparente”.
Hermosos y amplios ventanales, en los que resalta el signo de nuestra Redención, dan paso a la luz que inunda aulas, corredores y cuartos, dando un esplendor incomparable a esta bendita casa, ¡tan hermosa! Que constituye una parábola eterna: Pequeño grano de mostaza en un principio, y hoy árbol frondoso que abriga entre sus muros a cientos de levitas aspirantes al sacerdocio de Cristo!
A quien contempló el desplomarse de una antigua construcción y dar paso a nuevas instalaciones y estructuras, quizá le parezca un sueño el poder admirar hoy la magnífica transformación: los enormes galerones en que se reunían las simientes, pronto se convirtieron en habitaciones, estudios, corredores, etc., y lo que fue casa de un gran hacendado es hoy casa de Dios, de donde saldrán los progenitores de los habitantes del cielo.
Al centro de este majestuoso edificio, se yergue desafiante la Capilla del Seminario Mayor, de forma circular y única en su estilo. Fuertes trabes de cemento armado sostienen su remate, que es un anillo del cual surgen una serie de tímpanos de forma triangular, coronados, sobre la que se yergue una estatua del Arcángel San Miguel, custodio fiel del Seminario y patrono secundario del mismo.
La Capilla está circundada de ventanales que están cubiertos unos con ónix y otros con vitrales, que le darán un colorido inusitado.
Es esto a grandes pinceladas, la reseña sencilla de un Seminario, que ha caminado a pasos de gigante y ha conseguido lo que hermanos suyos centenarios no han conseguido.
Si es verdad que su realización fue gracias al esfuerzo y sufrimiento de un “Pastor Infatigable”, no es menos verdad que también se ha realizado, gracias a las “Ovejas” a él confiadas. Todo el edificio es una bella amalgama de sudores del pastor y de su pueblo, particularmente a la A.C., que desde un principio fue un fuerte apoyo, en especial a la U.F.C.M. no nos deja mentir entre otras cosas, la Sra. Elena Salgado de Roth, quien se desvive por el Seminario, y quien ocupó el puesto de presidenta de dicha organización por largos años. Gratitud hacia ella y a todas aquellas personas que siguiendo su ejemplo, cooperaron con “Nuevos Cristos”.
Y porque no ¿Vaya una gratitud aquellos seminaristas de antaño, que mezclaron sus sudores con el cemento que forman los muros del regio Seminario; sus manos encallecidas por el pico y la pala son para los toluqueños un ejemplo de siempre estar hablando de esfuerzo y abnegación.
Semblanza de Don Santos López Rodríguez;
La presencia de un espíritu noble y generoso siempre vivirá entre los hombres, porque la bondad de sus actos y su trascendencia son testimonios de su perennidad:
“La memoria del justo es eterna”; “pues sus obras acompañan”.
Estas ideas vienen a mi mente a recordar y saber de él por sus nietos a Don Santos López Rodríguez.
Joaquín López Sánchez y Jacoba Rodríguez fueron los padres de Don Santos, quien nació en Lledias, Asturias (España), un 9 de diciembre de 1894, vivió en el blanco clima de Toluca desde la edad de 11 años.
Su tío Don Ramón Rodríguez, se lo trajo a nuestras tierras y cuido de su educación, poniéndolo en manos de los Padres Paulinos, para su enseñanza primaria, y luego, después del estudio de Comercio en el Colegio Eliseo Católico de Querétaro, donde cursó la Preparatoria.
Estos fueron los fundamentos de su cristianismo: la virtud de la caridad, dimensiones en el transcurso de su vida.
Regresó a Toluca donde se dedicó a trabajar en el comercio de semillas, y se casó con la Srita. María de la Luz Pliego Sánchez, el 4 de junio de 1919, tuvo nueve hijos: Gloria, Clara, Consuelo, Concepción, Enrique, María del Refugio, María del Carmen, Joaquín y Ramón.
La Providencia prepara los caminos…. Sin duda, fue quien sugirió a Don Santos el gesto de generosidad y desprendimiento por lo que tuvo los fundamentos para la construcción del Seminario.
Fue la tarde del 17 de febrero de 1951, en la misma fecha de la preconización episcopal de del digno prelado, cuando se desarrollo el siguiente diálogo entre nuestro obispo de ese entonces y Don Santos:
“Excelentísimo Señor, ahora como obispo, que es lo que más necesita?”
Seminario! ¡No tengo Seminario!
“Y para esto, ¿qué es lo que de inmediato necesitas?”
“Terreno ¡un terreno que sin estar dentro de la ciudad, no esté retirado de ella, según las normas del derecho canónico”.
Fue aquí cuando Don Santos perpetuó su nombre entre ellos al contestar: “Mire yo tengo el casco de la Garceza con 17 hectáreas y lo pongo a su disposición”.
El celo del Pastor solo pudo contestar:
“La tomo. Cuando comienzo a trabajar en ella”
“Nada más déjeme sacar algunas cosas…” concluyó con toda sencillez Don Santos.
Era un hombre en quien se podía tener confianza, comentaba el excelentísimo Rector al evocar esos recuerdos.
Desde entonces el nombre de Don Santos López, ha sido íntimamente unido a la vida del Seminario.
Señor Don Santos, mientras su antigua Garceza lance al viento su campanil y las estructuras de su recia cúpula, estará usted latente en sus voces y plegarias; mientras en los corredores, en los patios y en las aulas haya un seminarista, usted seguirá viviendo aquí, “los muros que nos cobijan, los pardos que nos rodean y el murmullo de los chopos y llorones azotados por el viento”, a diario nos hablen de su generosidad, con la mente, el corazón y los labios viviremos diciéndole ¡Muchas Gracias! Que Dios le premie y le otorgue el descanso en la Vida Eterna”.
Dedicado a mis buenos amigos y nietos de Don Santos López, Santos y Enrique López García.