El Frente Amplio por México sigue de frente o dará unos pasos laterales con el fin de no perder lo ganado, de resolver inteligentemente el tema de “la pausa” del PRD y lograr ganar con Xóchitl Gálvez, la Presidencia de la República para ejercer un gobierno de coalición, de acuerdo a lo que twitteara Jesús Ortega.
De los cuatro aspirantes del Frente que superaron el requisito de las firmas están los de mayor prestigio en sus partidos: Xóchitl, identificada con la ciudadanía, la clase media y las etnias, entre otros grupos, Enrique de la Madrid, con un perfil espléndido, idóneo para nuestro tiempo. Y a propósito de tiempos, Beatriz Paredes y Santiago Creel, dos aspirantes valiosos pero fuera de tiempo. De todos ellos sólo quedarán tres, después de su presencia en cinco foros, entre el 17 y el 26 de agosto. Vendrá entonces un sondeo, y el 3 de septiembre se dará a conocer el ganador o ganadora que será nominado o nominada a candidato o candidata a la Presidencia de la República.
Si el Frente no logra evitar escisiones, éste podría irse a pique, y aún faltan por postularse nueve candidatos a gobernador o gobernadora, 500 candidatos a diputados o diputadas y a 128 senadores o senadoras, además de las elecciones estatales concurrentes de congresos estatales, presidencias municipales y cabildos. Hacerlo unidos es la posibilidad de un ejercicio democrático exitoso y de empezar a sanar la vida institucional y ciudadana, hoy enfrentada y destruida.
El desmembramiento del FAM está poniendo en riesgo a la estructura y el proyecto de reconstrucción del país que se elabora para el nuevo tiempo, así como para seguir impulsando la inédita participación ciudadana que se ha logrado con el acuerdo inicial de la Coalición, lo que ha reactivado la esperanza de muchos mexicanos en el sentido que la realidad actual del país podría cambiar para mejorar y modernizarse en el seno de la globalización. Esa es la importancia de este ejercicio inédito.
Es hora de aprender a compartir el poder con un posible gobierno de coalición, republicano y federal para construir por fin un régimen que termine con el poder presidencialista de un solo hombre que tanto daño le ha hecho al país.
