Los informes municipales en el estado de México son como esas cartas de amor que el casado le envía a la doncella que quiere conquistar, pero sin comprometerse; vamos, la mayoría de las promesas electorales de los partidos que concurren en etapas electivas pueden acabar en papel de baño mojado, bien porque son incumplibles o bien porque la estrategia para cumplirlas depende de la honestidad humana con que vivan y del proyecto a futuro que quieran imponer, sobre todo en materia económica y de seguridad pública.
Mientras degusta de un sorbo de su café sin azúcar, el amanuense piensa que son como un brindis al sol, porque celebran acciones, pero los impactos no se sienten. Es decir, los ciudadanos reconocen pero son desconfiados. Por ejemplo, en San Mateo Atenco la inseguridad pública y la protección civil en temporadas de lluvia son demandas eternas. Para responder a esos temas, Ana Muñiz Neyra, la alcaldesa, informó de una inversión de 43 millones de pesos en obras y acciones como la implementación del Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo C4, Monitoreo, Sala de Crisis y la Unidad de Análisis y Estadística Criminal, la ampliación del sistema de video vigilancia a 324 cámaras y a 80 puntos de monitoreo inteligente, además de equipamiento digital de elementos y vehículos, y un incremento al salario de policías y personal de Protección Civil y Bomberos.
Y en Metepec, por ejemplo, la atención se centra en garantizar la seguridad de habitantes, locatarios y visitantes. Al respecto, el alcalde Fernando Flores Fernández habló de poner en marcha seis Centros de Atención Inmediata, que son espacios "naranja", libres de violencia de género, promotores de la convivencia y la generación de entornos saludables para prevenir el delito, así como una inversión de 10 mil millones de pesos en operativos y en prevenir contingencias climáticas.
Como estos, también me gustan, dice el periodista, los logros en Mexicaltzingo, con Saray Benítez Espinoza; Donato Guerra, con Carmen Albarrán Gabriel; Huixquilucan con Romina Contreras de Vargas; en Zinacantepec, Manuel Vilchis Viveros y pues, al menos para el escribano sotanero, estos son los municipios con mayor honestidad, porque en el resto (a menos que pronto vea lo contrario), son como llamaradas de petate: muy guapos y guapas en los informes pero ausentes con la ciudadanía que se queja de obras pésimas, baches, servicios de tránsito y vialidad ausentes muy presentes para infraccionar, incremento de la delincuencia organizada, pocos programas para recuperar la hacienda y la contribución civil, la ausencia de vigilancia en colonias y avenidas, que sí, se entiende serán siempre las sempiternas promesas del político a la consorte ciudadana.
Época de enamorar
No son imposibles, pero lo parecen. Los pendientes parecen ser muchos y el tiempo muy poco para alcanzarlo y lograrlo, de ahí que la reelección sea una promesa de extensión de tiempo para cumplirle a la damisela parturienta, que son los municipios. Mire, en las democracias fortalecidas, los ciudadanos tienen el derecho de reelegir a sus gobiernos locales, de tal suerte que estos cumplan con los proyectos de gobierno irresueltos. París, una de las ciudades más importantes del mundo, ha tenido solo tres alcaldes en los últimos 37 años; Nueva York ha tenido cinco. En cambio, en los municipios mexicanos se han elegido a 13 ediles distintos. No, si la reelección es una gran oportunidad, a menos que hayan sido pésimos administradores, como en Santiago Tianguistenco, con Diego Moreno, quien enfrenta además una acusación penal por el delito de violación, o Toluca, con Raymundo Martínez, señalado por secuestro exprés y maltrato sexual… Por ellos no voten. Sólo digo. Mi X @raulmandujano