Lizbeth Andrea Moreno Rodríguez [1]
Lic. Claudia Livia Salinas Zarrión[2]
Dr. Gonzalo Levi Obregón Salina[3]
El derecho humano al mínimo vital se basa en asegurar que todas las personas tengan acceso a las condiciones esenciales para vivir dignamente. Contrario a ser algo escaso, se refiere a lo que toda persona debe tener condiciones para vivir de manera digna, Se trata de garantizar que las necesidades básicas, como alimentación, vivienda, atención médica, movilidad y educación, estén cubiertas de manera que permitan a cada individuo desarrollarse plenamente en el día a día. Este enfoque busca asegurar un nivel mínimo de bienestar para todos, sin restricciones indebidas, y se debe reconocer la importancia de proporcionar los elementos fundamentales para una vida equilibrada.
El desarrollo del concepto del mínimo vital en el ámbito jurídico busca garantizar que las condiciones de vida de cada individuo no caigan por debajo de un umbral mínimo necesario para su subsistencia y bienestar. Este derecho enfatiza en la importancia de proporcionar a las personas los medios necesarios para vivir con dignidad, asegurando el acceso a condiciones básicas que son fundamentales para una vida humana íntegra. Esta perspectiva busca proteger y promover la calidad de vida de cada individuo, estableciendo un umbral mínimo necesario para su existencia digna.
Uno de los medios principales por los que se busca proteger el mínimo vital existencial es el salario, este no solo representa una compensación económica por el trabajo, sino que también constituye un medio fundamental mediante el cual se puede garantizar el disfrute de una vida digna. Con esto nos referimos a los recursos esenciales necesarios para un desarrollo integral de la persona.
El salario juega un papel importante en el derecho al mínimo vital, especialmente en el contexto laboral cuando de trabajadores se trata, debido a que en México el trabajo subordinado es una de las fuentes principales, ya que nuestro país tiene 21 millones 635 personas que mantienen ingresos mediante trabajos subordinados al 28 de octubre del 2022[4] y mediante este las personas buscan cubrir sus necesidades básicas.
El reconocimiento de un salario adecuado está vinculado a la garantía de que quienes desempeñan un trabajo subordinado tengan los medios para vivir de manera digna. Esto es porque el salario es una retribución que busca cumplir con la efectividad de los derechos humanos relacionados con las personas que desarrollan un trabajo subordinado, dependiente y continúo, ya que la razón para ello, es vivir de manera digna.
Esto implica que el salario debe ser suficiente no solo para cubrir las necesidades básicas del trabajador, sino también para proporcionar un nivel de vida adecuado, considerando las circunstancias individuales, como tener dependientes económicos. Así, el salario se convierte en un instrumento para asegurar la efectividad de los derechos humanos relacionados con el trabajo y contribuir al logro de un mínimo vital existencial, es importante mencionar que el mínimo vital no se encuentra relacionado de manera esencial con el salario.
¿A qué nos referimos con ésto?, el salario es sólo elemental al mínimo vital para la persona, mientras que el mínimo existencia o vital, es esencial para el desarrollo pleno de la persona, con ello, nos referimos a que no solamente se le puede relacionar con el salario, o que sea su única aplicación, en realidad el mínimo vital su aplicación como concepto es más extenso se relaciona con la posibilidad de desarrollar una vida completa por quien requiere de utilizar el mínimo vital (por ello consideramos que todos los derechos humanos son una tecnología que ayuda a las personas a vivir una vida integral).
Este campo es más visible del mínimo vital puede tener mayor aplicación cuando hablamos de adultos mayores ¿cómo se puede aplicar el derecho a un mínimo vital considerando su desarrollo integral? El Estado tiene la responsabilidad de implementar políticas y programas que aseguren un mínimo vital para todos, incluyendo a las personas adultas mayores, desde la dimensión de sus necesidades en el día a día.
Para esto se pueden implementar diversas medidas cómo.
- Establecer y mantener sistemas de pensiones que aseguren ingresos adecuados para cubrir las necesidades básicas de los adultos mayores.
- Garantizar el acceso a servicios de atención médica de calidad.
- Proporcionar opciones de vivienda seguras y adaptadas a las necesidades de los adultos mayores, promoviendo la accesibilidad.
- Implementar programas sociales que aborden la soledad, promuevan la participación comunitaria facilitando oportunidades para la participación en actividades culturales, educativas y recreativas que contribuyan al desarrollo integral y al bienestar emocional.
- Fomentar programas de formación y aprendizaje continuo para que los adultos mayores puedan seguir desarrollándose intelectualmente.
- Promover opciones de empleo o actividades laborales adaptadas a las capacidades y deseos de los adultos mayores que deseen seguir trabajando.
- Aportar soluciones permanentes a sus problemas de movilidad. Como establecer servicios de transporte público adaptados a las necesidades de las personas mayores, con vehículos accesibles y opciones de movilidad para destinos comunes.
- Las entidades economicamente preponderantes deben tomar en cuenta el costo de los servicios bajo el trato diferenciado derivado de que se encuentran en retiro, cesantía en edad avanzada, o vejez, pensionado.
Abordando estas áreas de manera integral, se contribuye a garantizar un mínimo vital a los adultos mayores, teniendo en cuenta no solo sus necesidades económicas, sino también su desarrollo emocional, social, cultural y físico.
Aplicando la progresividad como principio de los derechos humanos el mínimo vital está relacionado también con las condiciones necesarias en las que el Estado debe trabajar constantemente para mejorar las condiciones de vida de la población. En el caso del mínimo vital, esto implica que no se limita únicamente al ámbito salarial, sino que se extiende al abastecimiento de condiciones esenciales para una vida digna, incluso para aquellos que no están empleados o que están retirados, impulsando así el desarrollo integral de las personas.
El derecho a un mínimo vital se convierte así en una herramienta para facilitar el desarrollo integral de las personas, este abarca todas las dimensiones de la vida y este refiere a un proceso en la vida de los seres humanos enfocado a tener una vida digna que cubra las necesidades fundamentales biológicas o fisiológicas, emocionales, culturales, políticas, sociales y económicas.
Así se pueden garantizar condiciones que permitan a las personas no solo subsistir, sino también crecer y participar plenamente en la sociedad. Ambos conceptos se complementan al buscar asegurar que cada individuo tenga la oportunidad de alcanzar su potencial en todas las áreas de la vida y reflejan la importancia de crear condiciones que permitan a cada persona alcanzar un nivel de vida adecuado para su pleno desarrollo.
[1] Estudiante de Derecho Internacional de la Universidad Autónoma del Estado de México UAP Cuautitlán Izcalli, Colaboradora del programa Laboratorio de Derechos Humanos de la Defensoría Municipal de Cuautitlán Izcalli.
[2] Estudiante de la Maestría en Derecho del Pograma de Posgrado en Derecho de la Fes Acatlán, Colaboradora del programa Laboratorio de Derechos Humanos de la Defensoría Municipal de Cuautitlán Izcalli.
[3] Defensor Municipal de Derechos Humanos de Cuautitlán Izcalli, y profesor del Posgrado en Derecho de la Fes Acatlán, Integrante del SNI, del CONAHCYT.
Esta columna se pudo realizar gracias al programa Buzón de Libros, así como al programa Laboratorio de Derechos Humanos, de la Defensoría Municipal de Derechos Humanos de Cuautitlán Izcalli.
[4]https://www.elfinanciero.com.mx/economia/2022/10/31/empleo-formal-en-mexico-supera-cifras-pre-pandemia-hay-1-millon-mas-de-afiliados-al-imss/, 15 de diciembre 2023