A partir del próximo mes volverán las acciones del futbol americano estudiantil en México en su categoría mayor, nueva temporada, donde una vez más se ha dejado pasar la oportunidad de unificar el deporte de las tacleadas en el país.
Como ha sucedido desde los últimos siete años habrá dos ligas: la Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA) y la Comisión Nacional Deportiva Estudiantil de Instituciones Privadas (CONADEIP). Otra vez un futbol americano divido por situaciones administrativas, alejado por egos que no dejan romper esas barreras que impusieron hace más de un lustro, que disminuyó la competitividad y hasta el interés de la afición por este deporte.
Desde el mismo año de la ruptura hubo intenciones de reunificación; pero temas como el no pirateo de jugadores, el límite de edad en los mismos, las becas y tratar de hacer una liga equilibrada no ha logrado consensos entre los dirigentes de ambos organismos, de tal manera que esas esperanzas de volver a tener una sola liga de han ido apagando con el tiempo.
Hace un año parecía que se daban pasos sólidos para la unificación, dos juegos interligas por equipo, que además tenian carácter de oficial, abrían la posibilidad de que en 2017 otra vez todos los equipos estudiantiles de México participaran en un solo torneo; sin embargo, llegó este año y esos avances se esfumaron.
No hubo siquiera acercamientos, las dos ligas mantienen sus propias reglas y mínimas intenciones de modificarlas. El reclutamiento de jugadores de la liga de enfrente es una constante y redujo los juegos interliga, ahora solo uno y con carácter de scrimmages o juego de preparación.
Una vez más aficionados de Pumas, Águilas Blancas, Linces, Centinelas y Águilas de Chihuahua se quedarán con las ganas de ver a sus jugadores medirse a los Aztecas, los Borregos de Monterrey, Toluca, Estado de México y Guadalajara; otra vez a esperar un año más para ilusionarse con la idea de una sola liga, con una competencia fortalecida y hasta con la proyección televisiva que llegó a tener justo en el momento de su rompimiento.
