Historia del Hospital Civil de Toluca

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Historia del Hospital Civil de Toluca

Lunes, 03 Julio 2023 02:04 Escrito por 

Hoy hablaremos con un sabor y olor a nostalgia, sobre el Hospital Civil de Toluca construido con un espíritu de orden y progreso que caracterizó al gobierno del Estado de México en el periodo porfirista.

Como describiremos a continuación como los espacios (distribución de las secciones) que se dieron al edificio reflejaron la marcada diferenciación de las clases sociales que se manifiesta en este periodo.

La construcción de este Hospital se da dentro de la intención que prevaleció a fines del siglo XIX y principios del XX de hacer de Toluca una ciudad moderna y modelo.

El Hospital Civil se encontraba situado en las afueras de la ciudad, en el barrio de Huitzila, dentro de los terrenos que hoy en día ocupa la Escuela Normal de Profesores situada en boulevard Isidro Fabela.

 

hospital civil tolucaFachada principal del Hospital Civil en construcción 1897.

 

El inmueble en referencia funcionó hasta hace algunos años, en que tal edificio se derribó y la institución se trasladó a las instalaciones que hoy ocupa junto a la escuela de enfermería y de medicina de la UAEMéx; sobre paseo Tollocan, y se le llamó Adolfo López Mateos, también ya nuevamente remodelado.

La fachada del edificio daba al oriente y contaba con tres arcos en el acceso principal que destacan cuatro columnas sosteniendo con sus capiteles una cornisa volada, base de un labrado de cantería que sostenía la asta bandera con la que remataba la fachada.

En el interior del edificio se encontraba un amplio vestíbulo de cuarenta y cuatro metros de largo con techumbre de cristales, piso de cemento y las paredes pintadas y decoradas al óleo. A la entrada estaba la sala recepción de enfermos y visitantes, oficinas de la administración, sala de desinfección, la farmacia con aparadores de cedro y cristal para colocar los frascos de medicamentos, los gabinetes de bacteriología y de análisis microscópicos y la sala de operaciones en la que se habían instalado los aparatos más modernos.

En esta área se encontraba también la despensa y proveeduría del Hospital, la cocina montada a todo lujo, en cuyo centro se había instalado una estufa Majestic St. Louis; con su dotación de calderas y receptáculos para calentar agua destinada a los usos del establecimiento. También se localizaba el curto de baños tibios para uso de los enfermos con tinas de madera forradas de zinc.

 

hospital civil toluca Vestíbulo del Hospital con la techumbre de cristales, piso de cemento y paredes pintadas al óleo.

 

La puerta opuesta a la entrada conducía a una rotonda que ocupaba el centro del edificio, estando coronada por una cúpula de cristales sostenida por doce columnas de hierro. De la rotonda salían doce puertas, seis conducían a los pabellones donde se encontraban los enfermos y los seis restantes a los jardines.

El Hospital estaba construido siguiendo el sistema radiado bastante difundido en el periodo porfirista. De acuerdo con esta distribución arquitectónica se contaba con un espacio central del que partían los brazos de una estrella que, en este caso, corresponden a los pabellones donde se colocaban a los enfermos.

Una estructura arquitectónica similar se observa en el plano de lo que fue la penitenciaria de la ciudad de México, en el Palacio Negro de Lecumberri, inmueble donde se encuentra instalado actualmente el Archivo Histórico de la Nación y que fue construido en la misma época.

Refiriéndose a la estructura arquitectónica del Hospital un comentarista de fines del siglo XIX expuso que “El sistema radiado ofrece la ventaja de poder centralizar los servicios, distando convenientemente cada pabellón en los que se encuentran las salas de los enfermos”.

Uno de los pabellones se había destinado para los enfermos distinguidos; este pabellón era de cuarenta metros de largo y un poco más de seis metros de ancho y en él se encontraban distribuidas dieciocho celdas de tres metros de largo por dos de ancho.

Las diferencias en cuanto a decoración y amueblado que existía entre los cuartos destinados a los enfermos distinguidos y donde se colocaba al resto de los enfermos eran muy grandes, de manera que, al referirse a los primeros, un periodista de la época declaró que estaban tan bien acondicionados, que daban ganas de enfermarse en Toluca.

Las salas o pabellones del resto de los enfermos tenían las mismas dimensiones que la de los distinguidos, pero sin división de celdas.

A los lados de la puerta de la entrada a estas salas había dos pequeños cuartos para botiquín y guardarropa y en el interior se distribuían veinticuatro camas a las que corresponden igual número de aguamaniles de lámina para uso de los enfermos. Las camas eran americanas, fácilmente movibles y podían ser desinfectadas con facilidad. Al lado de cada cama había un registro del enfermo con su nombre, la naturaleza de la enfermedad, el tratamiento que debía seguir y las observaciones del médico.

 

hospital civil toluca Pabellón de enfermos del Hospital Civil.

 

Los pabellones o salas de enfermos estaban suficientemente ventilados e iluminados por ventanas de cuatro metros de altura. A la derecha de la puerta de salida estaba el cuarto de los enfermos y a la izquierda una pequeña azotehuela con una cocina portátil y un cuarto de baño.

En la parte poniente del edificio había dos salones destinados para los enfermos protegidos por la Beneficencia Pública. Junto a estas salas estaba el anfiteatro para la disección de cadáveres, en cuyo centro se colocó una mesa de autopsias de mármol blanco y a su lado estaba un cuarto con una enorme mesa de madera forrada de zinc en la que depositaban los cadáveres.

En los años que corresponden al inicio del periodo porfirista la población era constantemente víctima de enfermedades contagiosas y un sinnúmero de epidemias a nivel nacional y estatal.

Por este motivo en un inmenso terreno anexo al Hospital Civil de Toluca se construyeron barrancas o pequeños pabellones de madera para los enfermos contagiosos y para que, en caso de epidemia, pudieran ser destruidos por el fuego.

La construcción de este edificio en los años finales del siglo XIX y su funcionamiento en los primeros años del XX refleja las limitaciones y avances que existieron durante este periodo en el campo de la historia de la medicina y las medidas de salubridad que se dan en la Entidad, importante área de investigación histórica que ofrece a los interesados en el tema gran riqueza documental.

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Gerardo R. Ozuna

Toluca: Rescatando identidad