Hoy hablaremos de Pedro Guerra Patjane

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Hoy hablaremos de Pedro Guerra Patjane

Viernes, 22 Marzo 2024 08:19 Escrito por 

Hoy hablaremos de un personaje toluqueño de tradición comerciante, que comparte sus vivencias de nuestra bella Toluca que le tocó vivir en su niñez al lado de sus estimados padres; Ana María Patjane y Pedro Guerra Mereb; él es Pedro Guerra Patjane.

Ana María y Pedro Guerra, pujante familia que a principios de 1930 se iniciaron con un pequeño negocio y de esta tradición Pedro y sus hermanos se han ido consolidando en el ramo de las fotocopias. Pedro recuerda que en aquella época había otros negocios como Tejidos Nacionales de los señores Tapia, Radios y Televisores Majestic, la tienda de ropa de Álvaro Maccise y la tienda de telas de la señora Naime entre otros. Pedro nacido en Toluca, relata como parte de sus vivencias que Toluca era un poblado muy pequeño, donde sus límites de traza urbana alcanzaban el monumento a la Independencia mejor conocido como el Águila de Colón (sur), los terrenos para jugar futbol donde hoy se encuentra el estadio Nemesio Diez (otrora Bombonera) poniente, así como la estación del tren (oriente) y lo que hoy es la colonia Américas.

 

Pedro Guerra Patjane

 

Guerra estudio su Kínder, primaria y secundaria en la prestigiada escuela particular Claret, ubicada sobre la calle de Aldama, precisamente a espaldas de la terminal de autobuses de primera México-Toluca; hoy en día Salinas y Rocha ubicada en pasaje Constitución, recuerda sus días de clase como al maestro Adrián Ortega (Director General de Educación durante la administración del licenciado Juan Fernández Albarrán) o el capitán Becerril en las clases de música, siendo el promedio de alumnos por grupo de 20 integrantes y donde todos eran varones, salvo la anécdota que cuenta de la secundaria, donde se integraban las sobrinas de la maestra Pliego, reconocida educadora que con carácter y educación estricta, formaba jóvenes con amplios valores cívicos. De esta maravillosa etapa escolar, recuerda a compañeros y amigos como Saúl Ponce de León, Guillermo Garduño Ramírez, Alfonso Iracheta Cenecorta, Juan Maccise (padre de nuestro actual presidente municipal de Toluca), Isidro Consuelo y Raúl Orozco (el General), entre otros, con quienes compartía la diversión de los partidos de futbol en el patio de la escuela, las reuniones en las casas de los amigos o participar con los sacerdotes de la Iglesia de la Santa Veracruz para cantar o hacer las veces de acólitos.

Contador Público, egresado de la UAEMex, considera que el crecimiento de Toluca ha sido exponencial, ya que antes las calles eran tan pequeñas que solo podía pasar un vehículo a la vez, el comercio se reducía al mercado 16 de septiembre, a la camisería de don Raúl Orozco (padre de los estimados hermanos Orozco Olimón) o la sastrería Colón, es decir, todos los habitantes y comerciantes se conocían entres si, hoy en día el comercio en la ciudad ha venido en detrimento ante la creación de grandes Plazas comerciales como lo son  Galerías Toluca, El Patio, Plaza de las Américas, Galerías Metepec y Town Squeare aunque algunas de ellas están  ubicadas en Metepec,  ya conurbado con la ciudad de Toluca, por lo que la vida comercial y nocturna en Toluca es prácticamente nula; sin embargo afirma que en la actualidad se está tratando de rescatar a la ciudad atrayendo más inversiones y brindar facilidades para la apertura de grandes negocios sobre todo en el ramo restaurantero, así como en el sector cultural donde nuestra ciudad es la segunda en el país con más museos existentes.

Pedro Guerra es contador y reconocido representante de una de las mejores marcas de venta, renta y reparación de copiadoras en la ciudad de Toluca, “Kyocera”. Parte fundamental de sus logros se los debe y reconoce a sus padres quienes ejercieron influencia de manera particular en su vida, pues le enseñaron a trabajar y a luchar por sus objetivos. Su padre originario de Libano, de nombre Pedro, quien se nacionalizo mexicano, tomo la decisión de venir a la ciudad de Toluca para acompañar a su madre que encontraba viviendo en la época de la revolución, en Tenango del Valle; su madre Ana María Patjane originaria de Tehuacán Puebla, fue ama de casa quien toda su vida la dedico al cuidado de sus 10 hijos, inculcándoles siempre el estudio como medio de superación. Fue así como empezó a expandirse la familia Guerra Patjane en territorio mexiquense, quienes comenzaron a trabajar y se indujeron principalmente en el comercio, pues actualmente son dueños de un negocio referente en nuestra ciudad capital la famosa mercería El Venado que tiene más de 90 años.

 

Pedro Guerra Patjane 02

 

La vida de este personaje inicia en territorio mexiquense y que orgullo que sea en Toluca, que además de ser exitoso en los negocios, dedica cada día de su vida a la superación, quien se recuerda en la infancia como un niño bastante inquieto, pero sobre todo recuerda a una Toluca agradable, afable en comparación con la actual, pues asegura que era una ciudad chica en donde todos se conocían, convivían y se cuidaban. Lugares como los emblemáticos Portales toluqueños, la cafetería de El Rey de don Amado Martínez Colín y los billares de El San Carlos de don Jaime Pons, son los más representativos en sus recuerdos de una ciudad que en los años cincuenta se caracterizaba por ser cálida y tranquila, asegura que siempre estos recuerdos van a estar presentes en su mente. Guerra se describe como una persona normal y trabajadora que siempre hace algo productivo por su familia, es una persona sencilla cuya misión en esta vida es trabajar y realizar todos sus sueños para lograr la felicidad quien al mismo tiempo recalca la importancia de la responsabilidad con la sociedad y con uno mismo. Parte de esta responsabilidad moral con la sociedad la debe a sus conocimientos aprendidos en una de las instituciones más reconocidas en los años 50´s, la escuela Claret fundada en 1939 y reconocida por su excelencia académica. Siendo exalumno de esta institución destaca la importancia de prevalecer los valores aprendidos como la fraternidad y el espíritu solidario que se han perdido en la actualidad, pues esta institución además de ser reconocida por su excelencia, en ella, la pieza clave, era el respeto.

Pedro describe a la escuela Claret, como una educación comprometida y cívica, pues se fomentaban los valores sociales dentro y fuera de la escuela, que eran reforzados en el hogar y en la vida cotidiana, sus recuerdos más evocados durante su estadía en esa institución son que  las enseñanzas no solo se quedaban en el aula, sino que además se realizaban actividades artísticas en el Templo de la Santa Veracruz como la representación de un coro, eventos deportivos y los juegos con sus compañeros que después de clases hacían en el patio del Templo. Aunque acepta que siempre fue un niño muy inquieto y más de una vez recibió llamadas de atención y recados para sus padres por su mal comportamiento, reconoce que hubo mucha influencia, por parte de esta institución (Claret), para formarse como persona con metas y proyectos. Y fue tanta la influencia que egresados de esta institución hoy en vida son hombres de bien, grandes profesionistas, deportistas y empresarios con objetivos definidos y prósperos.

Pedro hace una severa crítica la sociedad actual, donde asegura que los valores cívicos en la educación se han perdido en comparación con la plateada en la escuela Claret porque además de educar a los alumnos se les inculcaba reiterando el respeto, al mismo tiempo en que resalta la importancia de que los docentes estaban más preparados con una formación más exigente. Aquí podríamos diferir un poco ya que en la actualidad en nuestra máxima casa de estudios la UAEMéx, para ser docente y dar clases en licenciatura se necesita tener ya un grado de estudios de maestría, y para ser docente en maestría hay que tener doctorado, lo mismo pasa en el Tecnológico de Monterrey. Quiero comentar también que, en la década de 1970, la facultad de Medicina de nuestra Universidad Autónoma del Estado de México era una de las más prestigiadas de Latinoamérica, recuerdo en lo personal el gran ambiente estudiantil de esa facultad, contando con alumnos colombianos, nicaragüenses, peruanos, argentinos y de distintos estados de nuestro país (excelente década 1970).

 

Pedro Guerra Patjane 01

 

Pedro recalca la necesidad de replantear los valores en la educación donde se fomente principalmente el respeto y la responsabilidad, pues la falta de respeto a los maestros, a la mujer y a los adultos mayores es una de las tantas repercusiones. Recomienda a la juventud, primero: tener presente el valor del respeto a su entorno, a sus padres, maestros y a la comunidad en general; segundo: tener un fin y hacer todo lo posible para lograrlo y tercero: que en su educación de una manera muy personal rescaten los valores cívicos y tengan la visión de elegir y realizar lo que les gusta, pero sobre todo dejar la mentalidad materialista para lograr la felicidad y no mantenerse frustrado en la sociedad, pues asegura que la felicidad no es el dinero, sino un medio de satisfacer nuestras necesidades; yo agregaría lo que comentaba Aristóteles “La riqueza es un abanico de gozos no de pertenencias”.  Guerra comenta que la práctica de los valores y el compromiso de respeto con la sociedad es lo que ha permitido lograr sus fines y encontrarse en una etapa donde tiene un buen trabajo, una empresa que es muy reconocida,

Finalmente compara a la Toluca la bella de los años 50´s donde todo era cimentado en respeto y convivencia y a la Toluca actual donde se disparó la inseguridad, se perdió el enfoque humanitario, este cambio lo atribuye a la llegada de migrantes además de la mala planeación, donde nadie convive, nadie se respeta y sobre todo se han perdido las tradiciones; convirtiéndola en una ciudad individualista que cada quien ve para su propio bien.

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Gerardo R. Ozuna

Toluca: Rescatando identidad